Hay algunas circunstancias que podrían hacerte ver tu vida en un segundo y prepararte para despedirte de ella. A todos nos gusta escuchar esas historias que nos hacen mordernos las uñas acerca de quienes logran vencer situaciones que nadie creía posibles, pero los porcentajes de quienes lo hacen no siempre son altos. En cuanto a las historias que estás a punto de leer, se trata de personas que rompieron con todas las estadísticas y sobrevivieron a situaciones dignas de cualquier pesadilla.
1. Michelina Lewandoska. Enterrada viva.
Michelina Lewandoska, emigró de Polonia a Reino Unido. Fue ahí que tuvo que describir el terror de ser enterrada viva, con manos y pies atados, metida dentro de una caja de cartón. Sucedió en enero de 2012 y Michelina dice: “Durante mi tiempo en la tumba poco profunda en la que fui enterrada viva temía que mi vida fuera a terminar, iba a morir… recé a Dios para que me ayudara a sobrevivir y así poder cuidar de mi joven hijo. ” Ella se refería a su hijo de 3 años, que compartía en custodia con su prometido Marcin Kasprzak, el hombre que la enterró viva.
Después de haberse “aburrido” de Michelina, Kasprzak y su amigo Patryk Borys idearon un plan para deshacerse de ella. Marcin la atacó con una pistola paralizante, después él y su amigo amarraron sus muñecas y talones, así permaneció por varias horas mientras los hombres pensaban qué hacer después. Finalmente metieron a Michelina dentro de una caja de cartón y condujeron hacia un territorio despoblado para enterrarla viva bajo 10 centímetros de tierra y con una rama de 40 kg sobre ella.
Increíblemente, Michelina usó su anillo de compromiso para deshacerse de las ataduras mientras era enterrada, para después abrirse paso a la libertad. Tuvo dificultad para caminar y respirar semanas después del ataque, eso sin contar las persistentes pesadillas; pero en su juicio los atacantes fueron sentenciados con 20 años de prisión.
2. Holly Dunn. Atacada por el “Asesino de Ferrocarriles” (única sobreviviente).
Cuando un hombre de apariencia extraña se acercó a Holly Dunn y su novio Chris Maier a altas horas de la noche para pedir dinero, ellos se asustaron un poco (y tenían toda la razón de estarlo). Sucedió el 29 de agosto de 1997, y ese hombre era Ángel Resendiz, un hombre que había matado a seis personas y seguiría con más.
Resendiz encontró a la pareja platicando cerca de las vías del tren, a algunas cuadras de una fiesta en la que habían pasado la noche. Usando un pica hielo, había logrado atar a Holly y a Chris en una zanja; después de asegurarse varias veces de que no había sido visto, regresó para asesinar a Chris con golpeándolo con una roca de más de 20 kg. Después de eso Holly fue violada, apuñalada en el cuello con el pica hielo y golpeada tanta veces que su cara era casi irreconocible, a este punto ella se desmayó.
Después de despertar, Holly se dio cuenta de que su atacante se había ido y comenzó a arrastrarse hasta la casa más cercana. Desde ahí fue llevada al hospital, con un ojo destrozado, la mandíbula rota y muchas otras lesiones. Pudo recuperarse y testificar contra Resendiz en el juicio que terminó condenándolo a muerte. La sentencia se llevó a cabo en 2006, el “Asesino de Ferrocarriles” asesinó al menos a 15 personas en el transcurso de 13 años, Holly Dunn fue la única de sus víctimas que sobrevivió.
3. Alcides Moreno. Caída de 47 pisos de altura en un edificio de departamentos.
Alcides Moreno y su hermano Edgar eran limpiadores de cristales y habían trabajado junto en Manhattan por muchos años. El trabajo obviamente implicaba ciertos riesgos y en diciembre de 2007 se convirtieron en una aterradora realidad cuando ambos cayeron desde el piso 47 (casi 152 metros). El cuerpo de bomberos llegó para encontrar a Edgar muerto, y a su hermano vivo, consciente y de pie.
Los investigadores tienen la teoría de que Alcides logró “montar” la plataforma, usándola para minimizar la velocidad de caída. Los doctores no encontraron golpes en su cabeza ni huesos rotos en la pelvis, ambas cosas son las que comúnmente causan complicaciones fatales después de una caída de esa magnitud. Alcides fue enviado a la sala de emergencias con lesiones en la columna y el cerebro, miembros destrozados, costillas rotas y todo lo que esperarías ver en alguien que acaba de caer de más de 100 metros de altura. Con la diferencia de que este hombre estaba vivo.
Los doctores esperaban que su recuperación tardara más de un año, pero para junio ya estaba hablando en programas matutinos. Los días como limpiador de ventanas se terminaron, pero para sorpresa de todos, Alcides lleva una vida tranquila. Los doctores dicen que las caídas de tres pisos o más son difíciles de sobrevivir y que el tratamiento de Alcides ha llevado al equipo a un nuevo territorio médico: “Cuando se trata de caídas de más de diez pisos, nunca podemos ver a los pacientes” mencionó, “porque usualmente van directo a la morgue.”
4. Ken Henderson. Quedó varado en el mar después de que su barco se hundió.
Ken Henderson y su amigo de tiempo, Ed Coen salieron a hacer un viaje de pesca en el Golfo de México en marzo de 2012 cuando su barco de 9 metros comenzó a llenarse de agua. Ken intentó bombear el agua, pero les tomó demasiado tiempo darse cuenta. El agua salada estaba por todos lados y había arruinado las bombas. No tuvieron respuesta en el radio, tampoco señal en el celular y justo después de tomar sus chalecos salvavidas y algunos suministros, vieron cómo su barco se desvanecía bajo el agua helada.
Y ahí se quedaron por más de 30 horas. Hablaban entre ellos para mantenerse distraídos, se mantenían cerca para conservar el calor corporal y lucharon contra la fatiga, deshidratación y el inclemente frío o más que pudieron. Ken decidió hacer el último esfuerzo desesperado, nadar solo hacia una plataforma de petróleo, cuando se dio cuenta de que Coen estaba teniendo serios problemas.
Ken casi no lo logra. Se desorientó y casi pierde el curso, alucinaba con árboles de hielo bajo la superficie del agua. Cuando finalmente llegó a la plataforma a las dos de la mañana, un día y medio y 80400 metros después, Ken pudo encontrar un teléfono para llamar a su esposa, quien envió una alerta a la Guardia Costera. Ellos fueron los que descubrieron el cuerpo sin vida de Ed Coen al poco tiempo, pero podrían haber sido dos cuerpos si no hubiera sido por el valiente esfuerzo de Ken Henderson.
5. Richard Moyer. Atacado por un oso negro en su casa.
La mañana del 3 de octubre de 2011 empezó como cualquier otra para Richard Moyer. Se levantó para sacar a su perra Brindy a dar un paseo por los bosque de Pennsylvania que rodean su casa, pero cuando se dio cuenta Brindy regresaba de forma rápida e inesperada. Con un oso negro enorme persiguiéndola.
Al parecer, este oso realmente odiaba a Brindy y a cualquiera que tuviera que ver algo con ella. Literalmente rompió la puerta de entrada y se lanzó sobre la perra dentro de la casa, atacando a Richard y despertando a su esposa Ángela. Ella intentó intervenir y pronto descubrió que intentar detener el ataque de un oso puede ser contraproducente, el oso la atacó también. Aquí es cuando las cosas se pusieron realmente feas.
El oso lo atacó hasta que pudo, masticó su cabeza y de pronto, como por arte de magia, se detuvo, salió al porche y se sentó en él. El daño fue grave, la herida en la cabeza de Richard necesitó 37 puntadas. Los esposos estaban de regreso en su casa al final del día, una historia difícil de contar a su hijo de 10 años que dormía mientras todo pasaba.
6. Félix. Secuestrado y torturado por un cártel de drogas mexicano.
Las actividades de los cárteles de drogas se caracterizan por el poco valor que dan a la vida humana. Existen récords de personas que han muerto entre peleas de los Zetas y el Cártel del Golfo, entre ellas se encuentran muchas personas inocentes como reporteros, bloggers, policías y migrantes. Muchos policías ayudan a los carteles en lugar de detenerlos y en muchas partes de México las leyes que se siguen son las que los cárteles imponen. Fue en una de estas regiones que un hombre de 20 años, que se identifica a sí mismo como Félix, fue capturado por un oficial de policía mientras caminaba solo por la noche. El principio de una noche de pesadilla.
El oficial dejó a Félix en la casa de seguridad de los Zetas, y por la siguiente semana fue golpeado, apuntado con armas y electrocutado mientras se hacían llamadas a su familia pidiendo un rescate. Sus captores torturaron a integrantes del Cártel del Golfo frente a él y le dijeron compartiría su destino si su familia no reunía el dinero; eventualmente transfirieron $5000, pero no fue suficiente y pidieron el doble de la suma.
Por un par de meses Félix fue transportado por media docena de casas de seguridad, a veces compartiendo cuartos pequeños con docenas de prisioneros. Los golpes eran regulares, las muertes comunes; cuando los integrantes del cártel se dieron cuenta de que el dinero no iba a llegar, fue golpeado a muerte y tirado en la calle. Su recuperación tardó meses, pero vivió para contar la historia.
7. Bahia Bakari. Su avión se estrelló sobre el Océano Índico (única sobreviviente).
Si estar a bordo de un avión que se estrella, a la mitad de la noche y en medio del océano no es una de tus peores pesadillas, tienes que ver los primeros 30 minutos de la película “Cast Away” y después hablamos. Es difícil imaginar una experiencia más aterradora y pocos viven para contarla, pero esta chica francesa de 14 años lo hizo, cuando los otros 152 no fueron tan afortunados.
El vuelo 626 de Yemenia, un Airbus A310 se estrelló en el Océano Índico a las dos de la mañana el 30 de junio de 2009. La joven Bahia Bakari fue expulsada del avión y, a pesar de no tener chaleco salvavidas y no ser buena nadadora, pudo mantenerse a flote sujetándose a una pieza del fuselaje del avión. Después dijo que inicialmente hubo más sobrevivientes porque podía escuchar sus voces en medio del caos, pero las voces poco a poco se fueron apagando.
Se dio cuenta que estaba sola cuando salió el sol, y no fue hasta las 11 de la mañana, 9 horas después del accidente, que fue descubierta por un civil que se había ofrecido para buscar sobrevivientes. Bahia fue el único fruto de la búsqueda; su madre estaba entre las personas que encontraron sin vida. Bahia tenía la pelvis y la clavícula rotas, entre otras cosas, pudo salir del hospital tres semanas después.
8. Paul Lessard. Atrapado durante 20 horas en un arroyo congelado.
Parecía que las circunstancias habían conspirado para que Paul Lessard, de 64 años, se despidiera de su vida. Había salido a recorrer la nieve por los bosque de Maine solo y su snowmobile se había volteado; su cabeza estaba atrapada bajo el pesado compartimento de almacenaje, haciendo que moverse fuera difícil sin romperse el cuello. Hacía bastante frío a pesar de estar a media tarde, y para hacerlo peor, la mayor parte de su cuerpo estaba sumergida en un arroyo helado. Después el sol comenzó a bajar y la temperatura se convirtió en un factor que atacaba las posibilidades de supervivencia de Paul.
Su desaparición se reportó a las 8:30 de esa noche, pero la búsqueda solo pudo continuar hasta las 2:30 de la mañana debido a la fuerte nieve acompañada de viento, que obviamente afectaban más a Paul. La búsqueda continuó al amanecer, con más hombres y un avión.
El dueño del local Arctic Cat y su hijo, parte de los voluntarios, encontraron el vehículo volteado antes de las 8 de la mañana. En ese momento Paul fue liberado después de 20 horas en condiciones mortales. Obviamente sufría hipotermia y congelación, pero eventualmente pudo recuperarse completamente.
9. Jake Finkbonner. Infección que le comía la piel.
En febrero de 2006, Jake Finkbonner de cinco años jugaba en la liga infantil de básquetbol, era el último juego de la temporada. En el último minuto, fue empujado por detrás y su labio se abrió al entrar en contacto con el piso de la cancha. Habría sido solo un labio roto, pero la superficie tenía una mortal sorpresa: la bacteria Strep A y durante los siguientes días los sorprendidos padres de Jake eran informados por los doctores de la probable muerte de su hijo.
La Strep A es una bacteria que come la carne humana y entró a través de la herida en el labio de Jake para literalmente comenzar a consumir su cara. Sus doctores lo describían como “encender la esquina de un papel y solo observar cómo el fuego se expande rápidamente, como si pusieras otra hoja y pasara a ella… casi podrías verlo moviéndose frente a tus ojos. La familia de Jake, al ser católicos, hicieron que se llevaran a cabo los últimos ritos y pidieron a sus amigos y familia que rezaran a Kateri Tekakwitha, un Indio Mohawk que se convirtió al catolicismo (Jake es mitad Indio Lummi).
Inexplicablemente, la infección se hizo más lenta y luego se detuvo. Se han necesitado varios injertos de piel y procedimientos quirúrgicos para recuperar la cara de Jake, pero esta infección no es algo que comúnmente se detenga, a menos que el paciente esté muerto. Muchos pacientes mueren después de 24 horas del diagnóstico; la recuperación de Jake fue tan sorprendente que Kateria, que fue beatificado en 1980, es ahora considerado santo por la iglesia católica.
10. Timothy Brown. Sobrevivió al SIDA después de ser diagnosticado en los 90’s (primer paciente que se ha curado).
A finales de los años 80’s y a principios de los 90’s, el diagnóstico de Sida era una sentencia de muerte. Algunas medicinas podían retrasar su progreso, pero ninguna podía detenerlo, y una vez que la enfermedad se manifestaba en el paciente, el fin estaba declarado y probablemente muy cerca.
Esto ya no es así, especialmente con los diagnósticos anticipados y las medicinas modernas. Pero cuando Timothy Brown fue diagnosticado en 1995, los medicamentos retro virales estaban en el punto en el que podían extender la vida, pero no indefinidamente. Brown respondió bien al tratamiento, pero cayó enfermo en 2005, cuando fue diagnosticado con leucemia. La quimioterapia hizo debilitó aún más su sistema inmune, haciéndolo susceptible a infecciones, y desarrolló neumonía durante la segunda sesión; durante la tercera tuvo sepsis y los doctores se dieron cuenta de que la quimioterapia lo estaba matando. Ahí fue cuando el Doctor Gero Hutter simplemente decidió intentar un procedimiento que nadie había intentado antes.
Le hizo a Brown un transplante de células madre para tratar su leucemia, pero en lugar de elegir un donante compatible, eligió uno con una cualidad en en especial, que tuvieran una mutación CCR5, un desorden genético raro que hace que las células sean resistentes al SIDA. El transplante no solo salió bien, si no que tuvo todos los efectos deseados, curó a Brown de leucemia y milagrosamente también de SIDA.
Timothy Brown estuvo una vez infectado de SIDA y leucemia, dos enfermedades letales la mayor parte del tiempo, y ahora está curado de ambas. No ha tomado medicamentos retro virales desde el día del procedimiento, y mientras el procedimiento al que fue sometido es muy riesgoso y costoso para hacerse todo el tiempo, él ha sido llamado el”Paciente Berlín”, el primer humano que ha sido curado de SIDA.
Todas estas historias son milagrosas, es increíble como hay personas que han podido sobrevivir a lo que para muchos significa una muerte segura. Es una buena nota para abrir los ojos y agradecer por todo lo que hay en nuestras vidas.