Si bien es cierto que los hijos cambian por completo la vida de los padres y jamás vuelve a ser como antes, algo muy característico del crecimiento de los niños es la etapa en que están descubriendo y explorando el mundo.
Pintar la alfombra de la sala, ensuciarse hasta las orejas y echar a perder tus cosas son algunas de las pruebas que demuestran que tener un hijo no es fácil, pero por lo menos puede llegar a ser muy divertido, tal y como te lo muestran las siguientes imágenes de niños capturados haciendo travesuras.