La Real Academia Española y tú son básicamente pareja.
1. Cuando cometes un error ortográfico -por despistado- en una red social te quieres morir.
Esa horrible sensación que experimentas cuando publicas un mensaje con un error, es de los peores momentos de tu vida.
2. Y si lo haces en mensajes de texto, rápidamente te disculpas con la otra persona y aclaras la situación.
Aunque quienes te conocen saben que tú jamás escribirías -conscientemente- aber sin h.
3. Cuando alguien te escribe con un error ortográfico te da migraña o un tic nervioso.
Todo te da vueltas, no sabes si tienes náusea o solo te vas a morir.
4. Rápidamente piensas que no puede existir una amistad entre esa persona que escribe así y tú… lo cual está mal y lo sabes.
5. No soportas vivir en un mundo donde adolescentes escriben aZí por moda.
6. No entiendes cómo a estas alturas hay gente que todavía dice “a la final”.
O sea, mi vida, estamos en el 2015 cuando hasta los que no saben escribir se burlan de la gente que dice “a la final”*
*cuando no se refieren a eventos deportivos.
7. Si estás saliendo con alguien y tiene errores ortográficos, ya todo se acabó.
Goodbye my lover, Goodbye my friend
8. Cuando te encuentras con un meme lleno de errores ortográficos, y además ves gente compartiéndolo sin vergüenza, sientes que llegó el Apocalipsis.
Pues sí, cuando la Biblia habla del fin del mundo se refiere a esto.
9. Y ni hablar de los periodistas que publican cosas así. La soga para ellos.
10. No eres tan insoportable para corregir a alguien que escriba con errores y prefieres aguantarte el sufrimiento.
Eres un mártir.
11. Algunas veces, no sabes si tú escribes parcialmente bien o la gente a tu alrededor no pasó por la escuela.
O las dos cosas 🙂
12. No puedes entender cómo hay gente en cargos importantes que escribe como le plazca.
Bueno, nadie dijo que el poder venía con sabiduría.
13. La RAE y tú tienen una relación complicada, sin embargo, no la engañas y la respetas.
Es como un matrimonio, sabes que hay veces que dice cosas con las que no estás del todo de acuerdo, pero no por eso vas a irte con cualquiera.
14. Ni hablar cuando hay alguien que dice, sin sentimiento de culpa, que no le ve función a los acentos ortográficos.
Existen hasta seres humanos que dicen “ay, para qué existen las tildes” (probablemente ese tipo de gente escribiría “Hay, para ke hesisten los palitos en las bocalez”.
15. Admites que odias cuando usan desmesuradamente las comillas.
A todo le ponen comillas como si fuese algo cool. “Los odias”.
16. Pero en el fondo sabes que nadie es perfecto y aunque te cueste admitirlo tú has cometido alguno que otro errorcito ortográfico en tu vida…
17. Pero HEY, nunca algo tan horrible como esto.
Esto es imperdonable.
Ahora vete a lavar los ojos.