La producción cinematográfica requiere de una gran inversión, se necesita juntar dinero para reclutar actores, escritores, directores, efectos especiales y todo lo necesario, aún más si se planea hacer un blockbuster de superhéroes o algo monumental.

Desgraciadamente para los estudios, no siempre se regresa lo invertido, es decir, si la cinta no genera un éxito en taquillas, el dinero estará perdido y todo se considerará un fracaso. En este sentido, no se considera la calidad ni el eventual culto, aquí hablamos meramente de números.

A propósito del reciente fracaso de Fantastic Four y We Are Your Friends, filme de Zac Efron, la revista NME hizo una recopilación de las películas que no lograron recopilar la inversión inicial.

1. El mago de Oz (1939)

Costó casi 3 millones de dólares, en su momento solo recaudó poco más de 1 millon, y terminó perdiendo 1.14 millones. Tuvieron que pasar 20 años para que se convirtiera en un clásico y comenzara a generar ganancias.

2. 47 Ronin (2013)

La adaptación samurai protagonizada por Keanu Reeves significó una pérdida de 152 millones de dólares. A pesar del elenco local en su mayoría, la película no gustó en Japón, mucho menos en Estados Unidos ni Inglaterra. Costó 225 y solamente recaudo 151, se considera una de las películas con peores números.

3. Mars needs moms (2011)

La cinta animada de Disney con peor taquilla, le metieron 150 millones en producción, el público regresó sólo 39.

4. The 13th Warrior (1999)

Protagonizada por Antonio Banderas, el drama medieval requirió 160 millones, pero en taquilla recaudó 61.

5. The Lone ranger (2013)

Ni Johnny Depp pudo salvar este fracaso. A parte de los 250 millones de producción, Disney le metió 150 a promoción internacional. Con una inversión de 400 millones sólo logró juntar 160 en taquillas.

6. John Carter (2012)

Otra de Disney, Tuvo un presupuesto de 263 millones, y aunque en Estados Unidos no le gustó a nadie, en otros países ayudaron a que los estudios de Mickey ‘solo’ perdieran 150 millones.

7. Waterworld (1995)

Un clásico de Kevin Costner, requirió 235 millones para producción y distribución, al final generó 88 en taquillas. Con el paso de los años, y ventas en video, el filme logró saldar la deuda.