Muchos adultos y jóvenes crecimos con las clásicas historias infantiles que Disney adaptó, llevándolas al cine y la televisión. Cuentos de hadas que nos maravillaron dentro de nuestra inocencia de niños, absorbiendo la idea de que lo bueno siempre triunfa y la vida tiene un final feliz.
Quizás hay un concepto clave que se debe tomar en cuenta, y es que como acabamos decir, son historias adaptadas, moldeadas a gusto de los ejecutivos y escritores de la empresa que nos vendía sueños.
Pero tras algunos de estos cuentos hay fantasías no tan inocentes, historias que no nos hubiesen dejado dormir cuando eramos niños, o que simplemente no hubiésemos podido comprender.
La explicación está en el origen de estas historias, que por lo general parten de antiguos cuentos que pasaron de generación en generación de forma oral, o como canciones, y que fueron recopilados en la literatura, adaptados y readaptados, o incluso modificados al punto de dejar a las versiones originales como una mera inspiración.
Blancanieves
Todos conocemos la dulce historia de Blancanieves y los siete enanos, que vio la luz en 1937 bajo el alero de los estudios Disney, con cantos, bailes y mucha fantasía. Sin embargo, la versión más famosa es Schneewittchen, publicada por los Célebres hermanos Grimm en 1812.
En esta versión la bruja no muere tras caer accidentalmente de un barranco, ni la protagonista es despertada por el beso del príncipe. Las cosas son más crudas y quizás perturbadoras, pues el hijo del rey encuentra el cadáver de Blancanieves y decide llevárselo al sentir atracción por ella, que yacía muerta al interior de un ataúd de cristal.
Tras un accidentado despertar, celebran una boda, instancia en la que la bruja es obligada a bailar con zapatos ardientes hasta morir.
“Al entrar reconoció a Blancanieves y la angustia y el espanto que le produjo el descubrimiento la dejaron clavada al piso sin poder moverse.
Pero ya habían puesto zapatos de hierro sobre carbones encendidos y luego los colocaron delante de ella con tenazas. Se obligó a la bruja a entrar en esos zapatos incandescentes y a bailar hasta que le llegara la muerte”, señala el final del cuento.
Pinocho
En 1940 Disney se hizo con una adaptación de Pinocho, mostrando una historia conmovedora de la marioneta que deseaba ser un niño real. Sin embargo la primera versión, que nació de la tinta de Carlo Collodi en 1882, es mucho más cruda e incluso sádica.
Algunos de los datos perturbadores incluidos en la versión original de Collodi son que Pinocho jamás se vuelve niño, pues sólo permanece como una marioneta que gusta de las travesuras y que no escucha consejos. De hecho, el personaje del grillo parlante es aplastado con un martillo tras tratar de convencer a Pinocho.
Asimismo, la marioneta de la primera versión es ahorcada, luego de que los personajes del gato y la zorra le robaran las monedas de oro que tenía en su poder.
La bella durmiente
Nuevamente pensamos en la adaptación de Disney de 1959, y en las versiones de Charles Perrault y los hermanos Grimm.
Sin embargo, la versión original fue escrita en 1634 por Giambattista Basile, y cuenta la historia de Talia, quien mientras permanece bajo un hechizo es encontrada por un príncipe que abusa sexualmente de ella y la embaraza.
Aún dormida, Talia da a luz gemelos, Sol y Luna, quienes un día chuparon uno de sus dedos con tanta fuerza, que lograron extraer el veneno que la mantenía dormida.
Al regresar al lugar, el príncipe encuentra a Talia y sus dos hijos y se los lleva a su palacio, donde vive con su esposa, la cual elabora un plan para matar a los niños cocinándolos y sirviéndolos en la cena, sin embargo el príncipe logra evitar el crimen, asesina a su esposa y finalmente se casa con Talia.
La Cenicienta
La cenicienta es una historia de transmisión oral popular que cuenta con muchas versiones distintas, nacidas bajo el alero de varias culturas que la adaptaron a sus estándares culturales y temporales.
Es amplio el origen de este cuento de hadas, pero las adaptaciones occidentales son las que se acercaron a nuestra infancia con seres mágicos, transformaciones y lecciones de bondad y justicia.
La versión más famosa para nosotros es la que nos presentó Disney en 1950, que se basa en las versiones de Charles Perrault (1697) y los hermanos Grimm (1812), y que da un final feliz a todos los personajes.
Recordemos que La Cenicienta finalmente se casa con el príncipe, y perdona a sus hermanastras, quienes también puede disfrutar de la felicidad y terminan contrayendo matrimonio con otros nobles en una hermosa ceremonia.
Sin embargo, los mismos Grimm incluyeron algunos factores en su historia que ya son un poco perturbadores, como el hecho de que las hermanastras de la protagonista se amputen parte de los dedos de sus pies para poder utilizar el zapato de la princesa, y que finalmente terminen como mendigas ciegas tras haber sido atacadas por aves.