En los últimos 10 años, la producción de plástico a nivel mundial ha crecido tan vertiginosamente que ¡ha superado lo producido en todo el siglo XX! Por desgracia, alrededor del 50% de los envases de plástico producidos, son utilizados solo una vez, terminando su vida útil, tirados a la basura. Y lo más desconcertante aún, es que solo un porcentaje muy pequeño es reciclado o reutilizado de nuevo.
Si tenemos en cuenta también que un porcentaje muy pequeño es incinerado, causando, por cierto, un daño severo al medio ambiente, se puede afirmar que el plástico que ha sido fabricado en el transcurso de la historia de la humanidad, de alguna manera, todavía está en existencia.
¿No estás muy convencido? Pues entonces, observa estas 27 impactantes imágenes, para que tengas una idea, a dónde termina a parar el plástico que es arrojado a la basura.
Según cálculos realizados, solo alrededor del 10% del plástico que se produce, se recicla. Aquí pueden ver el volumen de plástico en una planta de reciclaje en Japón, recogido en solo un mes. Si esto corresponde al 10%, entonces ¿puedes imaginar el espacio que ocuparían los restantes 90%?
Como promedio, alrededor de 85 kg de plástico son arrojados a la basura por un estadounidense medio. La planta de reciclaje en Zhengzhou, 2010. Trabajadores chinos, frente a una gran montaña de recipientes de plástico.
La gran mayoría de los desperdicios que arrojamos a la basura, son bolsas de plástico.
El artista esloveno Miha Artnalk, para concientizar a las personas, tuvo gran idea al representar, mediante un «Monstruo de plástico», los efectos dañinos de la superproducción y de uso irracional de envases.
Más de un millón de bolsas de plástico es consumido a nivel mundial, en el transcurso de un minuto. Esta obra de arte esta hecha con mas de 40.000 bolsas de plástico y unos 7.500 vasos usados. Los tentáculos de plástico de este «Monstruo de plástico» se extendían por toda la capital Ljubljana.
Usualmente solo utilizamos las bolsas de plástico una sola vez y luego, la arrojamos a la basura. Según cálculos, un ciudadano promedio consume unas 500 bolsas de plástico al año. Con estas 500 bolsas de plástico, hasta puede ser vestido un hombre.
Pero las bolsas de plástico constituyen solo una arista del problema. El «Laberinto del Reciclaje» — obra de arte, realizada con unas 8000 botellas de plástico. Fue creado cerca del edificio de la ONU en Ginebra, en el año 2011.
A la basura van a parar unos 35 mil millones de botellas de plástico, cada año.
Lo que significa, unas 1.500 botellas de plástico por segundo. El pasado año, en la Isla del Gobernador de Nueva York fueron colgados 1.500 botellas de agua, para que la gente tuviera conciencia de cuánto plástico se utiliza en un segundo, solo en los Estados Unidos.
Si estás convencido de que el 90% del plástico no reciclado termina en los vertederos, estás en un error. Operación de retirada de los desechos plásticos en la desembocadura del rio de la ciudad de Los Ángeles.
Casi el 90% de la basura que flota en los océanos, está constituida por plástico. Escalofriante pero cierto — por cada kilómetro cuadrado de superficie hay unas 46000 piezas de plástico flotando en el mar.
Esto alcanzaría para revestir el 40% de la superficie de todos los océanos del planeta. Nariman Point, Mumbai, 2007.
Con el paso del tiempo, el plástico de una botella se fractura en pequeños pedazos. Estos son dispersados por las corrientes en todas direcciones a cientos de kilómetros.
Es insólito, pero en Hawaii existen playas que tienen más fragmentos de plástico en la superficie que la propia arena.
Los plásticos suelen fundirse y unirse con otros desechos que son arrojados al mar. Esto que parece ser una roca, no es más que una mescla fundida de basura, plástico derretido, lava basáltica y desechos orgánicos, como cáscaras de coco y otros frutos.
Puede que en el futuro, al analizar el rastro de los sedimentos, nos denominen como la Edad del plástico.
Para el ser humano, el plástico solo es repulsivo y desagradable, pero para los animales que entran en contacto con él, es extremadamente dañino y mortal. Imagen tomada en el río Yamuna, Nueva Delhi.
Afectados por la abrumadora cantidad de plástico que flota a la deriva en los océanos, cada año mueren casi un millón de aves y unos 100.000 mamíferos marinos. Este tiburón blanco, majestuoso predador de los mares, recaló muerto a la playa en Kamilo Beach, Hawaii.
Ha sido confirmado que el 44% de las aves marinas y el 22% de los cetáceos, encontrados muertos en la orilla de las playas, presentan pedazos de plástico en su sistema digestivo. Este fenómeno daña tambien a otras especies como tortugas marinas y peces que habitan en las aguas, contaminadas por este material.
Los restos de un ave que fue hallada en el atolón de Midway.
Bowerbird australiano salvaje, con un anillo de botella, obstruyéndole el pico. Enfrentaría la muerte por el hambre, al no poder ingerir alimentos.
Esta foca quedó atrapada en las redes de pesca. Es otro de los tantos ejemplos de animales marinos que sufren de la contaminación de los mares.
Este cangrejo ermitaño se las arregló para conseguirse una casa, aprovechando el tapón plástico.
La vida de este coral corre peligro — si la bolsa de plástico no se retira a tiempo, terminará privándolo de la posibilidad de conseguir alimento.
Esta ave marina quedó atrapada dentro de una bolsa de plástico.
Una salida elegante, que pondría fin a esta desenfrenada locura, sería buscar otras opciones y alternativas al uso de envases de plástico.
Grandes y decorativas botellas, repletas de botellas de plástico más pequeñas, que has sido recolectadas en esta playa por espacio de un año.
Cuando no hay otra opción y te sea de mucha necesidad utilizar un envase de plástico, trata de escoger #1 (PETE) o #2 (HDPE). Estos materiales son los más fáciles de reciclar.
Echa una mirada a tu alrededor y haz esta pregunta: ¿Cuántos desechos plásticos podré encontrar? Si no hacemos nada al respecto, la contaminación será tan grande que generará un desastre ecológico por mucho tiempo. Cada vez utilizamos más y más plásticos, pero no estamos siendo inteligentes, a la hora de lidiar, de forma apropiada, con los desechos que se producen.
La pregunta es ¿Qué puedo hacer?
Antes que nada, usa menos plásticos. Utiliza recipientes de cristal o envases de tetrabrick, y no olvides de reciclarlos.
Dale múltiples usos a las bolsas de plástico o utiliza una bolsa de material, por ejemplo, de tela, para así transportar tus compras.
Al comprar los productos, no elijas aquellos que están envasados individualmente — así generarás el doble o más de desechos, favoreciendo la contaminación.
Por desgracia, no todos en el mundo están concientes del legado que dejamos a nuestros hijos, nietos, en fin, a las generaciones futuras. Al tirar los desechos, piensa en esto. Es precisamente aquí, donde puedes dejar tu huella, hacer tu esfuerzo extra. Desarrolla la conciencia en ti y en los que están a tu alrededor, de no dejar la basura tirada en la playa o en el lugar donde vives, incluso si esta basura no es tuya. Piensa en el ejemplo que darás y en la importancia que tendrá este gesto, aunque sientas que no es justo.
Recogiendo la basura, aunque sea de otros, piensa en el bien que hacemos a nuestro entorno. Y si lo hacemos de forma desinteresada, esto, de seguro, marcará la diferencia, y de conjunto ¡haremos de nuestro planeta una casa mejor!