1. No inviertas en un gimnasio hasta que estés listo.
Los gimnasios son lugares intimidantes y olorosos. Tal vez por eso, en México, la mitad de la gente que se inscribe a uno lo abandona después de un par de semanas.
Si es tu primera vez haciendo ejercicio, no necesitas todo ese equipo.
2. Puedes empezar a entrenar en casa.
Busca una rutina que te guste y abre un espacio amplio en el piso de tu sala. Así te ahorras las mensualidades, el aire húmedo de sudor y a los neandertales que comen atún en los vestidores. Además puedes entrenar en pijama.
3. Compra tu ropa en supermercados.
Para entrenar necesitarás unos buenos tenis, pero a nadie le importa la ropa que uses. Los shorts en una tienda deportiva son muy caros y, si entrenas bien, no puedes usar los mismos durante dos días seguidos. Por suerte, en tu Soriana/Chedraui/Comercial Mexicana de confianza, siempre tienen la marca similar, que es idéntica, excepto por el precio.
4. Busca una rutina de cardio que no requiera de equipo.
Salir a correr es mejor experiencia que estar en la elíptica del gimnasio, oyendo los últimos éxitos de electropop y viendo The Big Bang Theory sin audio.
Si te aburre correr hay muchas otras opciones.
5. El agua es gratis.
La humanidad ha hecho ejercicio desde antes de que Gatorade le echara azúcar y electrolitos al agua. Con la dieta adecuada, no necesitas más que el bebedero del gimnasio o el garrafón de tu oficina.
6. Busca equipo de ejercicio en los tianguis.
Si vives en la Ciudad de México: afuera del Metro Merced, en la calle de San Pablo (la calle de las bicicletas), venden todo lo necesario para ponerte en forma y a precios ridículamente bajos.
Si no, busca en tu tianguis local/súper por estas mancuernas de hierro de marca genérica, son mucho más baratas que en Martí.
7. O arma tu propio equipo.
No son bonitas pero nuestra misión aquí es ponerte en forma con poco dinero. Prueba este tutorial, si tienes a la mano un tubo, unas latas y cemento, hoy mismo podrías armar equipo para todo un patio de cárcel.
8. Incluso puedes ejercitarte sin equipo.
Necesitas peso para crecer y el de tu propio cuerpo es tan bueno como cualquiera. Prueba estos ejercicios, hay uno para cada área del cuerpo.
9. Inscríbete al gimnasio de tubos.
Los tubos del parque ofrecen otras alternativas para entrenar con tu propio peso. Busca rutinas con barra fija como esta.
10. Escoge bien tu energía.
La naturaleza está de tu lado y tu principal fuente de energía es la más barata.
Llena tu vida de buenos carbohidratos. Si acompañas tus desayunos con avena y tus comidas con arroz, tendrás más energía y sentirás menos hambre durante el día.
Por presupuesto, evita los “súper alimentos”. La quinoa, por ejemplo, es mucho más cara que la avena y su valor nutricional es casi idéntico.
11. Sustituye el licuado de proteínas por atún, como bocadillo para después de entrenar.
Necesitas proteína para crecer, pero esos licuados de gente fuerte son muy caros. Un bote con 60 porciones cuesta entre 1,000 y 2,000 pesos. Cada porción tiene alrededor de 20 gramos de proteína.
Una lata de atún, en cambio, cuesta 10 pesos, tiene la misma proteína y prácticamente nada de carbohidratos.
12. Aprende a cocinar.
Comer saludable es muy caro, a menos de que tú cocines. No sólo es más barato, también te vuelves más consciente de lo que comes cuando controlas personalmente la grasa, la sal y los ingredientes de cada comida.
13. Acepta en tu corazón a la pechuga de pollo.
Cada 100 gramos de pechuga contienen apenas 145 calorías, 22 gramos de proteína, 6.2 de grasa y ni un solo carbohidrato. Lo mejor es su precio, después de la lata de atún, es la fuente de proteínas más eficiente y barata.
14. No comas demasiadas proteínas.
Son la parte más cara de tu dieta y la verdad es que no necesitas tantas. Luego de que el cuerpo usa la proteína, desecha el sobrante a través de la orina y el sudor; o peor, la guarda como grasa.
Multiplica tu peso en kilogramos por 0.8 (o 1.2, si llevas una rutina de ejercicio muy intensa), ese número es la cantidad de proteína en gramos que necesitas. Una persona de 70 kg, por ejemplo, debería consumir entre 56 y 84 gramos de proteína al día para ver resultados.
15. Y duerme bien.
Al ejercitarte rompes tus músculos a nivel celular y el proceso de regeneración ocurre durante el sueño.
Si no duermes a tus horas, todos estos consejos habrán sido en vano. Si duermes bien, tendrás mejores resultados y a la larga acabarás pagando menos.