Se conocen múltiples casos de coperación y reciprocidad en el reino animal, cuando los animales venían en ayuda no solo a los hermanos de su propia especie, sino a los representantes de otras especies diferentes. Pero el caso que se produjo en Punjab, India, superó todas las expectativas e hizo trizas la mayoría de los estereotipos sobre el reino animal.
Dos pequeños cachorros cayeron accidentalmente en un foso. No se vieron afectados por la caída, pero salir del hoyo les fue prácticamente imposible, ya que era muy profundo.
Su madre, agitada, levantó a ladridos a las personas de la localidad. Pero cuando estos miraron en el fondo del foso, vieron un cuadro terrible: los cachorros habían caído cerca de una gran cobra real. Cuán grande fue la sorpresa de todos, cuando vieron que el reptil no solo no les ha causado daño alguno a los cachorros, sino que ¡se había hecho cargo de ellos!
La serpiente cuidaba de los pequeños y no permitía que se fueran al otro lado del foso, donde el agua se elevaba, y donde irremediablemente se ahogarían.
Sacar los cachorros del foso fue una tarea sumamente difícil. Solo dos días después se las arreglaron para recuperarlos. Cuando los rescatistas descendieron por las cuerdas, la serpiente cortésmente se arrastró a un lado, para dejar a que socorrieran a los perritos en primer lugar.
Como resultado, todos animales implicados fueron rescatados de forma segura. Los cachorros volvieron con su madre, y la cobra fue puesta en libertad en el bosque.
Esta historia demuestra una vez más que hasta los animales más feroces, incluso los más peligrosos del mundo, a menudo se comportan más humanamente que los propios humanos.