Pensar en lo que sucede después de la muerte puede ser bastante aterrador, y por eso, nos encantan las historias que nos hacen pensar realmente en cómo queremos invertir nuestro tiempo aquí en la Tierra.
Hemos visto algunas historias bastante increíbles, como la de una madre que cayó en coma y volvió a la vida cuando sintió los latidos del corazón de su hija recién nacida en el pecho. Simplemente, no hay otra manera de describirlo que como un milagro.
Sin embargo, cuando una persona tiene muerte cerebral, o queda en terapia intensiva durante mucho tiempo, puede ser fácil que la gente pierda la esperanza de que sobrevivirá, e incluso, podríamos preguntarnos si estaría mejor “dejar ir” a la persona, para evitarle el sufrimiento.
Eso es exactamente lo que ocurrió cuando Martin Pistorius, de 12 años, de Sudáfrica, repente se enfermó y fue diagnosticado con una enfermedad degenerativa, que lo dejó en un estado vegetativo.
Durante 12 largos años, Pistorius quedó atrapado dentro de su propio cuerpo. Él cree que su conciencia despertó del coma cuando tenía como 14 o 15 años de edad (dos años más tarde), pero todo el mundo a su alrededor pensaba que era completamente inconsciente al mundo que le rodeaba.
Así es, este chico despertó mentalmente, pero su cuerpo seguía inmóvil.. Y la historia es bastante aterradora.
Su historia cuenta como él fue capaz de ver y escuchar muchas cosas que no se suponía que debía, debido a que todos pensaban que prácticamente, no existía. Era como un “fantasma”.
En algunos períodos de su vida en ese estado, él tuvo que ser dejado en centros de cuidado, donde dice haber sido víctima de abusos físicos y verbales, e incluso, haber presenciado cómo abusaban de otras personas.
Él incluso dice que escuchó a su madre decir que deseaba que estuviera muerto, pero sabía que ella tenía el corazón destrozado al ver a su hijo en este estado tan terrible, y la perdonó, y la comprende.
Después de despertar, este chico realmente salió de una pesadilla de años. Él comenzó una vida, fue a la universidad, aprendió a manejar y más tarde, se casó.
Recientemente, escribió un libro que relata su historia: “Ghost Boy”.
Este es Martin ahora. Él dijo: “Trata a todos con amabilidad, dignidad, compasión y respeto, aunque creas que las personas te entiendan o no.. Nunca subestimes el poder de la mente”.
“Lo importante de todo al final es el amor y la fe, y nunca parar de soñar”.