Hasta en las más elegantes familias, se puede encontrar de pronto algún hecho, anécdota o costumbre que ensucie un poco su buen nombre y le quite su glamour, aunque intente ser el secreto mejor guardado. Y la familia animal no es la excepción. Aquí hay algunos ejemplos de lo que hacen ciertas especies cuando dejan de mantener la compostura:
1. Abubilla
Bien es sabido que en la guerra todo vale y que cuando la supervivencia está en juego, incluso la técnica de defensa más vergonzosa debe aplicarse. La abubilla tiene bien claro este concepto, por eso no duda en defecar a su oponente cuando se ve en peligro.
2. Perezoso
Otros que también le sacan provecho a sus desechos son los perezosos de tres dedos. Un estudio reciente asegura que estas criaturas conocidas por pasar su tiempo en un eterno descanso, son los mejores recicladores del mundo animal. Una vez a la semana, estas criaturas bajan de sus árboles para defecar, lo que fertiliza a los árboles que habitan y además atrae polillas que generan alimento para ellas y su piel.
3. Capibaras
Ahorrar es una preocupación primordial para muchos humanos, sin embargo, las capibaras es una de las especies que llevan este concepto al siguiente nivel. Una vez alimentados, estos animales vuelven a comer sus heces para extraer la mayor cantidad de nutrientes de sus alimentos.
4. Litoria platycephala
Y hablando de ahorro, la Litoria platycephala es una campeona. Estas ranas arman un capullo mucoso hecho de su propia piel y en los períodos secos se comen su propia carne para guardar energía y obtener nutrición extra.
5. Moscas
Las moscas tienden a repugnar a muchos con sólo mirarlas. Pero conscientes de su mala reputación como criaturas asquerosas, no tienen miedo de regurgitar su comida para volver a comerla después. Después de todo, si alguien es capaz de pararse sobre las heces con gusto, no puede haber muchas cosas que les dé asco hacer.
6. Buitres
Los buitres se preocupan de su aseo personal con frecuencia para poder mostrar los colores de sus alas cuando salen en busca de comida. Sin embargo, su secreto de belleza es muy poco glamoroso: su propia orina. Como si fuera poco, a este asqueroso hábito se suma que cuando se encuentran con un depredador y están muy satisfechos para poder volar, no dudan en vomitar para vaciar sus estómagos.
7. Sapo cornudo
El drama es la especialidad del sapo cornudo. Cuando el peligro acecha, este animal es capaz de botar sangre por sus ojos. Con ese espectáculo, ¿quién podría ser capaz de devorárselo?
8. Ave Fulmar
Los bebés fulmares saben que están en la parte más débil de la cadena alimenticia y en su afán se sobrevivir usan lo que los bebés mejor saben hacer: vomitar. El animal que se les acerque debe tener claro que podrá necesitar una ducha con urgencia.
9. Mono Nariz-Larga
Estos mamíferos viven en comunidad y rara vez en una convivencia con otros seres, se vive en paz. Sin embargo, lo que sí es raro es la forma que tienen de demostrar su enojo: con una erección. En su punto máximo, abren sus piernas, se lo muestran a sus oponentes y gritan y agitan las ramas. Tal vez de ahí viene el dicho que del odio al amor hay sólo un paso.
10. Cachalote enano y pigmeo
A pesar de tratarse de ballenas, su tamaño no es mayormente intimidante, y tampoco poseen una mordida muy monstruosa, por lo que no les queda más que hacer asquerosidades para defenderse. Por eso, cuando aparece un depredador, ellas secretan una sustancia directamente desde su ano en el agua y luego agita el agua con su cola para hacer una nube y ocultarse con ella.