Admítelo tuviste una adolescencia traumática y todos te hacían bullying, el popular cara de pizza, pero si te ven ahora más de uno se arrepentiría de haberte puesto ese sobrenombre ya que tu acné quedó en el pasado y ahora tienes un cutis envidiable, echa un vistazo a continuación, y cuéntanos con cuáles te identificas:
1. Saber que no importaba si el fin de semana tenías una fiesta o cero planes, siempre ibas a tener, mínimo, un grano llamativo.
2. Todo el mundo te aconseja sobre qué tratamiento deberías probar a continuación.
3. Y probarlos todos antes de tener que llegar al más temido…
Peelings, faciales, jabones neutros, Neutrogena, Asepxia.
4. El Roacutan.
Medicamento mágico que logra secar hasta la última gota de líquido de tus células.
5. Esta pastillita es como una cancelación de la diversión.
No puedes tomar ni una sola gota de alcohol y te sientes todo mal, todo el maldito tiempo.
6. Y te obliga a cargar con estos a todos lados.
Pareces adict@.
7. Categorizar cada una de tus nuevas adquisiciones es una tarea sencilla:
Espinillas, puntos blancos, comedones, nefastas pústulas o aterradores quistes.
8. El momento aterrador en el que escuchas la historia del tipo que se tronó un granito y le dio una infección que casi lo mata.
9. Huir de la tía/prima/amiga que siente una satisfacción casi erótica por tronarte esos granitos.
Iagh.
10. O saber que esa persona eres tú.
Que dios los bendiga a ti y a tus marcas en la piel.
12. Esos tiernos apodos que se te quedaron grabados como “cara de pizza”, “la cárcel” o simplemente “volcán”.
13. Si eres mujer, te conviertes en una maquillista profesional cubriendo tus granitos.
14. Siempre te sientes grasosit@, no importa si te acabas de bañar.
15. La incomodidad de saludar de beso a una persona y sentir el dolor y la presión en uno de tus granitos gigantes.
Y rogarle a dios porque no decida explotar en ese momento porque sino cómo diablos vas a manejar esa situación incómoda.
16. Abandonaste el chocolate porque te juran y perjuran que te causa granitos.
Lo ves con recelo y no entiendes porque es taaaan delicioso y peligroso al mismo tiempo (no lo es).
17. Tal vez hay días en los que no quieres salir de tu casa porque crees que la gente solo ve granos en lugar de tu cara.
No es así.
18. Y quizá has perdido muchas oportunidades con el sexo opuesto por culpa de la maldita pena.
19. Sabes perfecto que no debes romper ese granito aún pero es que es tan grande y se ve tan feo…
20. Que sabes que vas a hacerlo de cualquier forma.
Idealmente en la regadera.
21. Revivir en cámara lenta esos momentos en los que explotas un granito frente al espejo y ves la grasa salpicada en tu reflejo.
¡Dios, no! ¿Por qué?
22. Las fotos en las que tu acné es protagonista son incontables.
23. Y a pesar de tanto sufrimiento, ahora sabes que los granitos y las marcas en la cara no dictan quien eres en realidad.
Vía: Buzzfeed