El teléfono celular, uno de los indiscutibles logros tecnológicos de nuestros tiempos, se ha vuelto indispensable en la época moderna. Su uso está tan generalizado, que a muchos resultaría imposible sobrevivir sin él. Pero detrás de esta cotidianidad se esconde un peligro latente para la salud, que aunque suele pasar desapercibido, es real. Médicos de la organización rusa «Liga de salud de la nación» advierten del peligro que representan estos dispositivos para el sistema nervioso del ser humano.
«Se afecta fundamentalmente el sistema nervioso, pero también el sistema endocrino y el sistema reproductivo», — aclara Nikolai Kononov, vicepresidente de la organización «Liga de salud de la nación».
Seguramente te preguntarás, ¿qué tan grave sería llevar el celular sobre el cuerpo? Pues bien, el peligro radica en la acción de los campos electromagnéticos sobre el sistema biológico. Puede provocar efectos de retardo y degeneración en el sistema nervioso central, además de predisponer otras enfermedades como la leucemia, el cáncer cerebral, y trastornos hormonales entre otros.
Los teléfonos celulares han estado en uso generalizado cerca de una década. Pero hay que tener presente que los efectos, a los que se hace referencia (los tumores), son efectos a largo plazo. Les puede tomar de hasta dos veces de este tiempo para desarrollarse. La gravedad de este problema consiste en que pocas personas lo conocen, y que aún existe poca conciencia sobre el daño que pueda causar a la salud del ser humano.
La radiación electromagnética, emitida por celulares, entra en contacto directo con la cabeza. La profundidad a la que penetran las ondas en el cuerpo, depende de la frecuencia. Para las emisiones de baja frecuencia (del orden de kilohercios), el cuerpo humano actúa cual si fuera transparente, por lo que los efectos de la radiación son insignificantes. Pero ante las frecuencias más altas, como es el caso de los teléfonos móviles, la radiación comienza a ser absorbida por los tejidos, en unos pocos centímetros de profundidad a partir de la piel. Los estudios realizados por Dr. Om Gandhi, confirman que el nivel de la penetración de la radiación en el cráneo infantil es incomparablemente mayor que en el caso de un adulto.
Precisamente por eso, las ondas electromagnéticas resultan aún más dañinas en niños y mujeres con un embarazo avanzado, por lo que se les recomienda acortar las conversaciones de sus teléfonos celulares tanto como sea posible. Es necesario recordar que la formación y el desarrollo del cerebro infantil continúa hasta los 15 años, y teniendo en cuenta que ya se han comprobado alteraciones en los ADN, expuestos a ondas electromagnéticas de bajo nivel, es sumamente importante limitar el uso de celulares a los niños y jóvenes menores de 15 años.
«Esto no significa que debe ser prohibido el uso de teléfonos celulares, solo hacemos un llamado de alerta, para que las personas tomen conciencia. Pues es alarmante saber que cerca del 70% de la población suele recibir a diario la radiación electromagnética no ionizante de sus teléfonos celulares. Aunque no existen todavía resultados concluyentes, las investigaciones ya han demostrado que el cuerpo humano responde a esta radiación, y es indiscutible que el uso de teléfonos móviles requiere precaución», — dice Kononov.
Los expertos de la «Liga de salud de la nación» recomiendan que es mejor tener 5 conversaciones de 1 minuto de duración cada una, que una conversación de 5 minutos seguidos. Recomiendan, además, respetar un intervalo de al menos 15 minutos entre las llamadas.
Recomendaciones para usuarios de teléfono móvil:
Usa tu teléfono móvil solo si no tienes otras alternativas. Si lo haces, que sea para conversaciones cortas.
El nivel de radiación electromagnética disminuye con la distancia, por lo que, al hablar, aleja el teléfono de la cabeza todo lo que puedas. Uso de «manos libres» resulta muy recomendable. Úsalo siempre que te sea posible, pero sin utilizar audífono. El audífono puede actuar de antena y concentrar aún más las ondas.
El teléfono en modo de espera («stand by») también emite radiaciones, que pueden afectar a los órganos vitales más próximos: riñones, matriz, ovarios, hígado, testículos… Si puedes, desconéctalo, de lo contrario, aléjalo de tu cuerpo lo más que puedas. Utiliza para ello una cartera o mochila, pero no tu bolsillo.
Revisa la carga de la batería de tu celular, antes de realizar una llamada o atender una llamada entrante. Las mayores emisiones de la radiación electromagnética se observan precisamente, cuando la carga de la batería se acerca a su mínimo. Y sin mencionar, que no debes utilizarlo mientras se está cargando.
No se trata de deshacernos de esta herramienta de comunicación tan útil, sino que es un llamado a evitar su uso excesivo e irresponsable. Busca alternativas a su uso, siempre que sea posible, y dale uso razonable, de modo que no se afecte tu salud, ni la de tus seres queridos. Comparte este importante mensaje con tus amigos para que conozcan los efectos nocivos de la radiación emitida por sus teléfonos celulares, y tomen conciencia y medidas al respecto, para proteger su salud.