A menudo se les acusa de vivir en burbujas, ajenos a la realidad. Y en algunos casos su comportamiento con la gente que trabaja para ellos no hace sino empeorar una imagen ya muy deteriorada. Cantantes, actrices, famosos e influyentes chefs son también reconocibles tiranos para sus colaboradores. Pero la última hazaña de Madonna supera todo lo visto hasta ahora: Hizo que un bailarín de su último espectáculo le besara la pies para disculparse por llegar tarde a trabajar. ¿Hasta dónde llega la crueldad de estas estrellas?
Madonna
Cuentan de Madonna es perfeccionista en su trabajo hasta la obsesión. Pero su última ‘neura’ dibuja un panorama muy negro para sus colaboradores. La cantante pudo sobrepasar la paciencia de cualquiera cuando, durante los preparativos de su actual gira, ‘Rebel Tour’, no tuvo mejor idea que enredar con juegos de dominación. La cantante, que no permite que sus bailarines lleguen tarde a los ensayos, hizo que un bailarín impuntual besara sus pies. “El bailarín solo había llegado un par de minutos tarde y se disculpó como loco”, contó un observador a New York Dail. El grotesco capítulo ocurrió muy rápido y los compañeros del castigado no sabían si la cantante bromeaba o hablaba en serio. Pero parace que sí: Todo lo ocurrido era real y fruto del cabreo de la cantante.
Gordon Ramsey
Es famosos por convertir sus fogones en un infierno de malas vibraciones haciendo verdad el título de uno de sus programas televisivos. Cuentan de uno de los mejores chef del mundo que tiene un ego desmesurado y un genio que convierte su cocina en un mal sueño para sus colaboradores cuando algo no marcha como a él le gustaría.
Ramsay es una de las personalidades más mediáticas del firmamento culinario internacional: en Estados Unidos, ocupó buena parte de la parrilla de Fox entre las emisiones de MasterChef, MasterChef Junior, Hell’s Kitchen, Kitchen Nightmares y Hotel Hell. Sólo manteniendo la excelencia en un negocio de restauración es posible conseguir tres estrellas Michelín en tan solo cuatro años. Pero el clima de trabajo que crea Ramsey en sus restaurantes debe ser digno de un frenopático.
No contento con eso, en 2013 sus empleados en el restaurante de Los Angeles ‘The Fat Cow’ han presentado una demanda colectiva por irregularidades como no pagarles las horas extra u obligarles a trabajar durante el tiempo de descanso.
Robert De Niro
La cadena de restaurantes Nobu, propiedad del actor Robert De Niro, se enfrentó en 2009 a una demanda sobre las propinas de los camareros y el personal en tres de sus establecimientos de Nueva York por la que pagó 2,5 millones de dólares tras un acuerdo extrajudicial. La solución llegó después de que dos camareros presentaran en 2007 una demanda en nombre de cientos de trabajadores de tres restaurantes de la exclusiva cadena de comida japonesa. Los empleados argumentaron que fueron obligados a compartir las propinas con la gerencia y que no se pagaban las horas extras.
La cadena Nobu se abrió en la zona de Tribeca en Nueva York en 1994. Desde entonces se ha extendido a 16 lugares alrededor de todo el mundo. Los empleados actuales y los que fueron empleados en los tres restaurantes de Nueva York – Nobu, Nobu 57 y Nobu Next Door – entre agosto de 2001 y agosto de 2008 recibieron una media de 2.600 euros cada uno, según el comunicado del tribunal.
Vanessa Hudgens
Johnny Vieira, le exigió cinco millones de dólares alegando que había firmado un contrato con la actriz para lanzarla al estrellato, pero la artista se olvidó de pagarle. No fue el único. El ex abogado de Vanessa, la demandó por más de 150 mil dólares tras incumplimiento de contrato.
En el primer caso, el acuerdo con Vieira incluía un acuerdo para repartir al 50% todas las ganancias obtenidas por la actriz, que en el momento de firmar ese acuerdo era menor. Cuando Vanessa fue seleccionada para High School Musical, en 2006, no le pagó más. El ex representante presentó en el juzgado una copia del acuerdo firmado por ambos pero el juez no lo considero vinculante ya que Vanessa no era mayor de edad. ¿Solución? No fue barata. La chica Disney le pagó lo aprobado por un tribunal, que fue 2 millones de dólares, no los 5 exigidos por su ex representante. Ambos llegaron a un acuerdo de “no agresión” a partir de ese momento.
Shakira
La cantante Shakira ganó una demanda interpuesta por dos de sus ex-empleados por despido injustificado, pero la justicia la obligó a pagar una indemnización. Se trata de la demanda interpuesta por Divier Hernández y Maritza de Ávila, dos de sus ex-empleados quienes reclamaban una liquidación justa tras 20 años de servicio, algo que la cantante se negaba a pagar.
Pese a que fue Shakira quien ganó la demanda legal, el juez en Barcelona dictaminó que la intérprete deberá pagar 1,264 dólares a los ex trabajadores, cuando éstos habían pedido más de 250 mil dólares cada uno. En un turbio asunto, durante la audiencia celebrada en la Ciudad Condal se desestimaron alegatos relacionados con supuestas amenazas de los empleados.
Tras la vista oral, el abogado de la pareja demandante no se ha pronunció al respecto, pero, sin embargo, se habló de un supuesto acuerdo extrajudicial para no perjudicar la imagen de Shakira y que éstos habrían recibido una cantidad mayor de la que figuraban en la sentencia. El ex novio de la cantante, Antonio de la Rua, también exigía judicialmente un pago justo por los trabajos realizados como mánager.
James Cameron
El canadiense de ‘Terminator’, ‘Aliens’ o ‘Avatar’ es famoso por tener la lengua muy suelta y ser un completo dictador en sus rodajes. Cuantan de él que durante el rodaje de Abyss, sus empleados vestían camisetas que afirmaban: “No puedes asustarme: trabajo con Cameron”. Durante el rodaje de esa misma película, se ganó un puñetazo de Ed Harris, harto de unas sesiones que podían prolongarse durante 11 horas al día, seis días por semana, bajo el agua y respirando aire comprimido.
Durante la producción de ‘Titanic’, al parwecer, la que se llevó la peor parte fue Kate Winslet, cuyas magulladuras durante las escenas de riesgo asustaron a más de un entrevistador. Mucho mejor no le fue a Arnold Schwarzenegger en ‘Mentiras arriesgadas’, cuando el cineasta la emprendió a gritos a menos de un palmo de sus narices.
Ben Stiller
Caprichoso, maleducado y antipático. De hecho, Ben Stiller no solo no cae bien a algunos de sus empleados, sino que está entre los actores peor vistos este sus compañeros, según el portal Ranker. Y cuando ni siquiera entre iguales te soportan… El caso es que una exasistente, citada en el portal ‘The Frisky’, Stiller quería solo un tipo especial de Nestea, montaba en cólera si no era exactamente ese el tipo de bebida que se le servía y todo el tiempo estaba revisando su cabello demostrando ser un maniático compulsivo.
Luis Miguel
Luis Miguel puede perder una fortuna. A lo largo de este 2015, el cantante mexicano ha sido protagonista por algunos asuntos desagradables, como por ejemplo cuando supustamente, por abusar del alcohol, no pudo cumplir con algunos compromisos con su público. También por que un ex empleado del cantante presentó una demanda civil en una corte de Texas (Estados Unidos) por presunto incumplimiento de contrato. ¿Qué ocurrió?
Al parecer, Luis Miguel contrató los servicios de William Brockhaus el 1 de julio de 2012 para que organizara sus giras en EE.UU. El demandante asegura que su empleador se negó a cubrir sus honorarios, pese haberle rebajado en un 25% los costos de sus tours. Brockhaus, además, exige a Luis Miguel un pago de 13.159 euros por costas acumuladas durante el proceso. William Brockhaus es propietario de la empresa Liquid Capital West Texas.
La relación entre el famoso artyista mexicano y Brockhaus viene antiguo: Entre enero de 2011 y septiembre de 2014, el demandante fue propietario de WB Music Management, empresa encargada de la gestión administrativa y legal del cantante Luis Miguel
Paulina Rubio
En 2013 y poco después de haber llegado a un acuerdo económico con su ex, Colate Vallejo Nágera, la cantante solucionaba otro de su problemas judiciales llegando a un acuerdo con un antiguo asistente que la acusaba de agresión. Aunque la cantante siempre negó haberle pegado, prefirió que el caso no llegase a los tribunales. Por ello pagó a Felipe Restrepo Betancur algo menos de 5.000 euros y corrió con los gastos de los abogados del mismo a cambio de que este retire los cargos de agresión.
Restrepo la acusaba de haberle agredido y humillado en un aeropuerto por no conseguirle un billete en primera clase para un vuelo Miami-México. En un primer momento el asistente pidió una indemnización por valor de 250.000 dólares (unos 223.000 euros) en concepto de agresión y por algunas horas impagadas. Rubio, por su parte, también denunció al ahora ex empleado, por incumplimiento de compromiso de confidencialidad, acusándolo además de estar ebrio durante su jornada laboral.