Puede que lo recuerdes como uno de los capos más famosos de la historia, pero, ¿pensarías en él si te mencionan al Chavo del 8?
1. ¡No contaban con su astucia! Escobar le ofreció millones de dólares a integrantes de “El Chavo del 8” para que animaran sus fiestas.
Carlos Villagrán, mejor conocido como Kiko, dijo en una entrevista para Basta de México, que a él y a Roberto Gomez Bolaños le ofrecieron alrededor de un millón de dólares, cada uno, para asistir al evento. Villagrán no fue, pero sí lo hizo “El Chavo”.
2. Lo podía costear. Pablo se apoderó del 80% de la industria coquera en el mundo.
3. Esto producía ingresos de más de 400 millones de dólares SEMANALES.
4. El narcotraficante al que una vez Forbes valoró en alrededor de 25 mil millones de dólares, empezó su extravagante imperio robando y vendiendo lápidas.
5. El equipo de Escobar gastaba un promedio de 2.500 dólares al mes en bandas para atar y almacenar su dinero.
6. 2.100 millones de dólares se perdían mensualmente como alimento de ratas, víctima de la humedad y otros factores dañinos encontrados en sus almacenamientos.
7. Mientras unos lo tachaban de asesino, otros lo llamaban “Robin Hood” por haberle regalado hogares a los pobres, escuelas e incluso decenas de campos de fútbol.
8. “El patrón” quería ser periodista.
En una serie de correspondencias con la periodista Silvia Hoyos, Escobar confiesa su gusto por esta labor. Irónicamente, periodistas colombianos fueron algunas de las víctimas de sus actos, incluyendo los del atentado a El Espectador.
9. Enseñó a su hijo a no aceptar el machismo y a tratar bien a las mujeres…
En aquellas cartas con Hoyos, el narcotraficante también comparte detalles de su vida íntima, y opiniones.
10. Y allí también se declaró como defensor de los derechos homosexuales.
11. El colombiano quemó alrededor de 2 millones de dólares como combustible para salvar de frío a su hija.
Juan Pablo Escobar, el hijo del criminal, le contó a la revista Don Juan que en una ocasión, mientras, escondidos, huían de las autoridades, su padre se vio forzado a quemar tal suma para evitar que su hija, Manuela, muriera de frío.