El 23 de septiembre Destiny Mantia y su esposo Corey celebrarían el séptimo aniversario de su relación. La pareja se conoció en el instituto, durante un partido de fútbol. Ella tenía entonces 15 años y él, un año más que ella. Se enamoraron de inmediato y se hicieron inseparables. Muy pronto decidieron legalizar su relación y, tres años después de conocerse, pronunciaron los votos. Eran un matrimonio muy unánime y juntos disfrutaban de la vida.
Su felicidad aumentó cuando nació su hijo, Parker. La joven familia planea el futuro: quieren comprar una casa y asegurar algunos hermanos al benjamín del clan.
Destiny creía que su marido era el mejor hombre del mundo. Corey era “gracioso, cariñoso, servicial y bueno”.
No obstante, el 20 de septiembre de 2014, alguien les arrebató su felicidad. Todo fue destruido por una mujer desconocida, que ha cambiado la vida de Destiny para siempre. La mujer sabía que nada iba a ser como antes. Un año después de la tragedia, la chica de 21 años decidió compartir su historia con el resto del mundo.
“Hace exactamente un año, mi marido, Corey, se levantó por la mañana y se fue al trabajo, mientras que yo me quedé con mi hijo, Parker, en casa. Durante todo el día jugábamos y pasábamos el tiempo de maravilla. A cabo de unas horas, Corey volvió a casa. De tiro empezó a hacerse el loco con nuestro hijo, y yo me puse a alistar. Íbamos a ir a un SPA. Nos merecíamos un descanso, pero no teníamos ni idea de que toda nuestra felicidad iba a desvanecerse en cuestión de minutos… Ya no existe NOSOTROS. No tenemos planes para el futuro. Todos nuestros sueños se convirtieron en ruinas, y nunca van a hacerse realidad. No vamos a poder comprarnos una nueva casa, no iremos con nuestro hijo al peluquero por primera vez. Él nunca va a empezar a estudiar y nuestra familia jamás va a ser más grande. Todo con lo que hemos soñado antes, ha terminado.
Hemos subido al coche, esperando llegar al SPA. Mi amado marido estaba conduciendo, y nuestro hijo, sentado, veía La Casa de Mickey Mouse. Todo parecía tan normal… De repente, escuché un estruendo. Fuimos chocado por un coche manejado por una mujer borracha que, además, iba con una velocidad excesiva. Ese día arruinó mi vida y aquella fecha quedó grabada en mi corazón. Esa mujer era tan egoísta, que decidió que estaba lo bastante sobria para poder conducir. Su estupidez se ha llevado a mi amado hijo, que sólo tenía 15 meses. Su decisión idiota hizo también que mi marido y yo fuéramos transportados en un helicóptero a un hospital. Desafortunadamente, al cabo de 24 horas mi marido perdió la batalla y se fue de este mundo. Nuestra familia dejó de existir y el personal médico estaba tan impactado por nuestra historia, que necesitaba apoyo psicológico.
Una decisión egoísta de una mujer me convirtió en una viuda y madre de un angelito que ahora ya está en el cielo. Sólo tengo 21 años, y me fue arrebatado todo lo que más quería en el mundo. Tuve que mirar el cadáver de mi niño. Ninguna mujer joven, de mi edad, nunca debería vivir algo así, y ni siquiera imaginarlo. Has destruido todos mis sueño, en vez de ellos dejándome un inmenso dolor, de cuya existencia ni siquiera tenía idea.
Aquel terrorífico día, murió también Destiny como madre y esposa. Tuve que juntar todas las fuerzas para funcionar de manera normal. Les debo mucho a mis seres queridos. También he sacado mucho de los grupos de apoyo para viudas, que están pasando por unas situaciones parecidas a la mía.
Todo pudo haber transcurrido de otra manera, si tan solo alguien hubiera impedido a esa mujer borracha subir al coche. Alguien pudo haber salvado las vidas de otras personas. ¡Nunca dejes que alguien entre al volante después de tomar alcohol! ¡Sé responsable por los demás y por ti mismo! ¡No se deben aceptar esas cosas! No permitas que alguien ponga en peligro la vida de otros, en las carreteras. ¡Nunca manejes el coche bajo el efecto de alcohol!”
