El azar tiene consecuencias impredecibles: Schuyler Benson y Celeste Zendler bien pueden dar fe de ello. En el año 2009, Benson tenía un teléfono “flip”, de los que ya han pasado a ser historia. Un día el hombre intentó conectarse a su cuenta de Facebook y descubrió que había entrado en la de Celeste Zendler, una mujer que no conocía, con la que no tenía siquiera ni amigos comunes.
Zendler estaba viviendo en Boulder, Colorado, y no tuvo noción del problema hasta que algunos de sus propios amigos la alertaron. Ambos podían acceder a la cuenta de Celeste y “postear” en ella, como demuestran estos mensajes que Benson comparte ahora en la red Imgur.
Benson y Zendler, así como sus amigos en la red social, probaron un par de métodos diferentes para solucionar el problema, pero no lo lograron. Finalmente, Zendler le envió a Benson una solicitud de amistad, y este fue capaz de salir de su cuenta. Lo que sucedió a continuación es lo realmente peculiar del caso.