El aumento de la población en las ciudades siempre plantea retos y dificultades qué afrontar. Muchos países tienen una gran población pero poco espacio habitable y es interesante ver cómo se las arregla la gente de esos lugares para ocupar los pocos espacios disponibles.
En esta ocasión te traemos una galería fotográfica que muestra ¡¡Cómo vive una comunidad de 6.000 personas!!
En muchos lugares del mundo, la gente tiene que aprovechar al máximo el espacio con el que cuentan para construir sus viviendas.
La gente suele vivir en mejores condiciones que tú, pero en la mayoría de los casos, las personas no cuentan con muchas comodidades.
Ese es el caso de quienes viven en el antiguo Cementerio del Norte de Manila, el camposanto más grande de la capital de Filipinas, con 54 hectáreas de extensión.
Estas personas han levantado sus viviendas en los espacios de este cementerio, y sobre las tumbas de los difuntos.
Quienes viven en este cementerio forman parte de las capas mas desfavorecidas de la sociedad filipina, pero aún así, estas personas se sienten afortunadas.
El cementerio ha sido convertido en un barrio, con una larga y compleja red de callejones flanqueados por decenas de miles de tumbas y mausoleos.
Para las familias que viven aquí, el cementerio es su hogar ¡Este asentamiento ya tiene más de tres décadas!
Las tumbas han sido testigos del ciclo de la vida. Muchos de sus habitantes han tenido a sus bebés aquí, y han enterrado a sus seres queridos aquí también.
Los habitantes del cementerio se sienten más seguros aquí que en otros barrios de Manila, ya que los muros del camposanto los protegen del exterior.
En el cementerio podemos encontrar canchas de baloncesto, quioscos donde venden golosinas, bebidas y cigarrillos, bodegas, etc.
Pero tal vez el negocio principal en este barrio es la venta de artículos para quienes van a visitar las tumbas de sus seres queridos.
En el barrio también trabajan muchas personas que sirven de mano de obra para los entierros y el mantenimiento de las tumbas.
En este barrio, las cuerdas para tender ropa se amarran de las cruces, y sobre los mausoleos se vende champú, pasta y artículos de limpieza.
Los residentes usan baterías de autos para alimentar sus televisores, sus radios y sus máquinas de karaoke.
Muchas personas también improvisan carpas entre las tumbas para pasar la noche.
Este vecindario es bullicioso y lleno de vida. Sobre las tumbas, los vecinos juegan cartas, toman café y se fuman sus cigarrillos.
De acuerdo con un informe publicado en 2011 por el Banco de Desarrollo Asiático, el 43% de los habitantes de Manila viven en asentamientos informales como este.
Filipinas es un país católico, y tiene una de las tasas de crecimiento demográfico más altas de Asia. El país sufre una carencia crónica de viviendas. ¡Mucha gente no tiene donde vivir!
Debido a la escasez de viviendas, mucha gente debe improvisar sus casas debajo de los puentes, a los lados de las carreteras, en callejones, sobre los canales… o sobre las tumbas.
Este vecindario es sucio y maloliente, pero la mayoría de sus residentes no tienen otro sitio adonde ir. Además, ya tienen toda una vida hecha acá.
Pero a pesar de todos los problemas, los niños juegan y se divierten. Se ven muy felices en su único hogar.
En el Cementerio del Norte de Manila se producen muchos robos y el alcoholismo es muy frecuente. Además, hay mafias que controlan el aprovisionamiento de agua y electricidad, lo que hace que quienes viven en los barrios bajos tengan que pagar tarifas de servicios hasta cuatro veces más caras de lo normal. El gobierno filipino ha intentado desalojar a las familias que viven aquí, sin éxito. Tal parece que hay planes de construir un complejo habitacional para reubicar a estas familias, pero no se sabe en qué pueda parar el proyecto.
Tener una vivienda es un tesoro que todos debemos valorar. Hay muchas personas en el mundo que no tienen techo ni comodidades para poder llevar una vida medianamente digna.