La historia de esta familia parece inventada. Sin embargo, ¡es exactamente así como ocurrió!
Kyle Gasson tiene 27 años y vive en Doncaster, Inglaterra. Kyle ha declarado abiertamente su homosexualidad, lo cual es como ponerse frente a los leones en esta conservadora región inglesa. Pero los problemas solo han empezado para este chico.
El mayor deseo de Kyle en esta vida es tener un hijo. Esto es algo que quiere desde hace años. Pero sus esperanzas de adoptar o de conseguir a una madre de alquiler se ven frustradas por el Gobierno. La excusa oficial es que Kyle no parece tener una forma de vida estable ni fiable. ¡Increíble pero cierto! Pero Kyle no tiene ni idea que su madre jugará un papel fundamental en esto.
Y en julio de 2014 llegó el momento: el pequeño Miles llega al mundo, haciendo a su padre el hombre más feliz sobre la faz de la Tierra; o al menos de momento, puesto que no todos los obstáculos se habían vencido aún.
Según la ley Miles no era el hijo de Kyle, ¡sino únicamente su hermano! Su custodia fue concedida únicamente a su madre.
Lo que sucedió a continuación fue una larga lucha contra molinos de viento. Kyle solo pudo adoptar a su hijo cuando los médicos probaron su paternidad. Durante este breve intervalo de tiempo, el bebé fue el hijo de ambos, ¡de Kyle y su madre!
Pero, por fin, en marzo la adopción fue reconocida y la custodia fue concedida a Kyle. Desde ese momento, Kyle pasó a ser el padre oficial de su hijo. Sus palabras no podían ser más oportunas:
“¡Por fin! Tengo un hijo y soy tan feliz. Yo lo tengo claro: independientemente de tu opción sexual, si quieres y cuidas de tus hijos, nada importa. ¡Solo hay que ver a mi Miles! Quizás el Gobierno se dé cuenta ahora de lo que realmente importa”. ¡No se puede decir más claro!
