Los tatuajes son arte, y aunque algunas personas no le temen a la idea de que se destruyan cuando mueren, con todo su cuerpo, otras creen que no debería ser así. La Asociación Nacional para la Preservación del Arte de la Piel (NAPSA) ofrece a sus miembros la oportunidad de embalsamar y enmarcar sus tatuajes cuando mueren como regalos para sus seres queridos.