Hace ocho años en China, un hombre sin hogar llamado Xiong, estaba hurgando en un bote de basura en busca de botellas de plástico para vender. De repente, oyó a un bebé llorando. Registró en la basura e hizo un descubrimiento sorprendente que cambiaría su vida para siempre. Envuelta en una manta, estaba una niña y una nota que decía: “nació el 15 de octubre de 2007”. El corazón de Xiong se conmovió con el bebé indefenso. Sabía que si no hacía algo, ella moriría.
Hay decenas de miles de orfanatos en China, y muchos de ellos están saturados de bebés que necesitan atención urgente. Ante el temor de que ella no iba a conseguir el amor y la atención que se merecía, Xiong tomó la decisión monumental de quedarse con esta bebé y criarla como su hija. Él la llamó Yanyan, y la llevó al apartamento que compartía con su esposa. Poco después, sin embargo, su esposa lo abandonó y el apartamento fue derribado.
El nuevo dúo de padre e hija se trasladó a vivir bajo un puente en la ciudad de Nanchang, donde él continuó dedicándose a criar a su hija, cuando nadie más lo hizo. Xiong tiene ahora 50 años de edad, y ya pasaron ocho años desde que adoptó a Yanyan. Él dice: “No importa lo difícil que sea, tengo la intención de asegurarme de levantarla hasta que ella tenga edad suficiente para pararse sobre sus propios pies”.
Con demasiada frecuencia, escuchamos historias acerca de bebés que son abandonados por sus madres en China – especialmente las niñas. Esta es la historia de una de esas niñas, llamada Yanyan – pero el final puede sorprenderte.
Los orfanatos para niños en China están a menudo superpoblados. A pesar de que Xiong perdió a sus padres cuando él era un niño, y su educación es limitada, decidió que podía dar a Yanyan más amor y atención que lo que conseguiría en un orfanato. Él decidió criarla como su propia hija.
Xiong dice que Yanyan es una niña inteligente que aprende rápidamente. A ella le encanta recitar poemas y entretener a sus vecinos bajo el puente de la ciudad de Nanchang. Juntos, ellos disfrutan de la lectura de libros bajo una farola.
A Xiong le preocupa que ella no pueda ir a la escuela porque no tienen una dirección. Mientras tanto, él y sus amigos sin hogar, siguen enseñándole a leer, escribir y hacer operaciones aritméticas básicas.
Cada año en el cumpleaños de Yanyan (el día en que fue encontrada en la basura), Xiong utiliza el dinero que recoge de las botellas que venden y toma una foto de Yanyan para su colección de recuerdos.
A pesar de haber sido criada por un hombre sin hogar, Yanyan ha crecido hasta ser una niña sana. Después de todo, Xiong prefería pasar hambre antes que verla morir de hambre. Yanyan dice, “Mientras estoy en el lugar donde vive mi padre, estoy en casa”.
Es increíble cómo un hombre sin nada ha entregado su vida para criar a esta hermosa bebé cuando nadie más lo hizo.
Si no fuera por Xiong, Yanyan habría muerto en la basura. Puede que no sea capaz de proporcionarle muchas cosas, pero su disposición para amarla es algo admirable.
Es una historia muy hermosa, ¿no te parece? Para reflexionar. Compártela!