La muerte es un tema muy duro con el que todos tenemos que lidiar, pero incluso a los 91 años de edad, Jean Stevens simplemente no podía dejar ir a sus seres queridos.
Poco después de que su marido murió en 1999, ella exhumó su cuerpo y continuó viviendo con él por casi dos décadas. Cuando su hermana murió en 2009, obtuvo el mismo tratamiento de zombis.
La policía retiró los cuerpos de los queridos cadáveres de la casa de la señora, pero no te preocupes planean regresarlos una vez que se haya completado la construcción de un mausoleo en su propiedad.
El marido de Jean Stevens, James, murió en 1999.
Incapaz de soportar estar lejos de él, ella pidió que desenterraran su cuerpo para que pudiera pasar el rato en su garaje en Wyalusing, Pensilvania.
Cuando su hermana gemela murió en 2009, la angustiada mujer hizo lo mismo con su cadáver.
Mantuvo el cuerpo en su casa para que pudiera “tocarla, mirarla y hablar con ella”. Usó el perfume de su hermana para encubrir el olor a carne podrida.
La policía ha incautado los cadáveres y los ha entregado a los forenses.
Ella va a recuperarlos cuando su garaje se ha sustituido por un mausoleo.
A pesar de lo mórbida y perturbadora que suena la historia, la policía y los forenses han entablado una relación de amistad con la señora Stevens, quien sólo quería tener a su marido y a su hermana de vuelta lo más rápido posible.
Tener a los muertos en tu casa no parece ser la mejor idea, pero al menos la Sra. no abrazará más la carne putrefacta. Los cuerpos serán colocados en ataúdes con ventanas de plástico transparente que le permitan ver las caras de sus seres queridos. El mausoleo será terminado, y un día, la señora Stevens espera descansar al lado de su marido y su hermana.
