Un chico en Inglaterra se había recién mudado a un nuevo apartamento. Éste estaba en un edificio muy antiguo que era un viejo monasterio religioso del siglo XIX refaccionado para albergar unos 30 apartamentos. Él había conseguido por un excelente precio un pequeño estudio de un ambiente y estaba muy contento con la oferta. Hasta que encontró un secreto que lo impactó. Frente al baño había una trampilla que llevaba hacia una pequeña bodega. Sin embargo, ésta escondía un misterioso agujero que llevaba directo hacia un subterráneo muy antiguo que aparentemente pudo haber sido un tenebroso calabozo.