Un joven de Inglaterra, empleado de banco, de 25 años de edad, aburrido tal vez de su trabajo, decidió descargar su ira racista en Facebook y publicó lo siguiente:
“Esta imagen es el último argumento de por qué los inmigrantes no tienen (y nunca tendrán) la capacidad de mantener ninguna posición decente en nuestro país #desagradable #extranjeros”.
Lo sorprendente es que, pese a lo insultante del comentario, varios de sus amigos en la red social aplaudieron su comentario en lugar de recriminárselo.
“¡Tienes razón! ¡Nunca la tendrán… y nunca deberían tenerla! Qué bueno que no tengas a nadie así en la oficina”, dijo uno de sus contactos.
Animado, el joven xenófobo insistió en su alegato:
“Bueno, debe haber una razón por la que mi banco no tiene a ninguno de ellos en la administración. Quiero decir, ¿le confiarías tu dinero a un inmigrante? (…) Independientemente de cuántos años o cuántas generaciones han vivido entre nosotros, ellos sencillamente no son capaces de ser civilizados e inteligentes como la gente normal. Parece que algunas características nunca abandonan su especie”.
Pero cuando creía que sus aseveraciones habían triunfado, apareció quien menos esperaba: su madre. En tono cordial pero tajante, la mujer hizo una revelación sobre el pasado que frenó en seco a su hijo.
¡Mira lo que le contestó!
“Querido hijo, siento romper esta orgía racista entre tú y tus ‘ingeniosos’ amigos. Nunca pensamos en decirte esto, y quizá no debería hacerlo justo ahora, pero creo que te has pasado esta vez. Por eso… te lo mereces. Quiero contarte que te adoptamos, tu padre y yo, hace 23 años, cuando sólo tenías 2. Te adoptamos de una familia armenia que vivía en ese momento en Sofía, Bulgaria. Aún así, no es nada por lo que deberías estar avergonzado. A pesar de todo, te convertiste en un joven y exitoso banquero con una vida fantástica. Supongo que esos ‘sucios extranjeros’ con sus ‘sucios genes’ sí son capaces de conseguir algo en su vida después de todo.
Postdata: todavía esperamos que vengas a comer el domingo. Prepararé espagueti a la boloñesa. Confío en que no sea demasiado ‘extranjero’ para ti”.