El protagonista de esta historia se llama Brandon…
Tiene 23 años y viajó desde Massachusetts hasta el área de la bahía a mediados del pasado mes de mayo porque había conseguido el empleo de sus sueños: Trabajar en Google como ingeniero de software.
Brandon es un joven emprendedor y necesita ahorrar para sus proyectos, así que descartó la opción de mudarse a un costoso apartamento. Vivir en el apartamento corporativo más barato cuesta unos 65 dólares por noche (2000 dólares al mes), con dos dormitorios y con capacidad para cuatro personas. Pero esa cantidad de dinero era demasiado elevada y encontró otra solución.
Así que tuvo una genial idea:
“Me di cuenta de que estaba pagando una cantidad exorbitante de dinero para el alojamiento y casi nunca estaba en casa”, compró un Ford de 5 metros (16 pies) con 252.667 kilómetros (157.000 millas). Le costó 10.000 dólares y así consiguió un cálido hogar de 39 metros cuadrados.
Según el “reloj de ahorro” que creó en su blog, este es el mejor plan. Su único gasto fijo es el seguro del camión, que son $121 al mes. No utiliza electricidad y su teléfono móvil es el que usa de la empresa. Puedes visitar su blog, que se llama “Pensamientos en una caja“.
Brandon comentó que no tiene ningún artefacto que necesite ser enchufado…
Ya que el camión tiene algunas luces empotradas en el techo y tiene una lámpara de pilas sensible al movimiento que la utiliza por las noches. Su teléfono y auriculares los carga con una batería que le facilitan en su trabajo y el ordenador utiliza la carga que tiene durante la noche y luego vuelve a conectarlo en su oficina.
¡Sobre su alimentación no hay problema!.
Puede disfrutar de tres comidas en el campus de Google y cada mañana se ducha en el post entrenamiento del gimnasio corporativo.
Su objetivo es “Ahorrar el 90% de sus ingresos”.
Se graduó con 22.434 dólares en préstamos estudiantiles y ha pagado 16.449 dólares en cuatro meses. En los próximos seis meses espera ser completamente solvente. Además con el ahorro en alquiler ha podido disfrutar de buenos restaurantes en San Francisco, cosa que no habría podido hacer en caso de vivir en un apartamento.
Llegar a su trabajo es cuestión de caminar un poco, no tiene que lidiar con el tráfico de la ciudad. Claro, su estilo de vida en el camión era muy sencillo. A veces le despiertan agentes de seguridad; alrededor de 10 veces ha tenido que mostrarles su insignia corporativa y Brandon en algunos casos se ha ofrecido a mover el camión, pero siempre se disculpan por haberle despertado.
No sabe cuánto tiempo más estará allí…
Pero por el momento es un paso para lograr sus sueños y mientras lo haga con amor, valdrá la pena: “Si yo tengo planes de viajar por el mundo, voy a tener que estar cómodo con situaciones de vida no convencionales y este es sin duda un buen lugar para comenzar” comentó.
Vive en un espacio muy reducido, solamente tiene las cosas elementales como una cama, un armario y construyó un perchero para colgar su ropa. De momento ha aprendido a vivir sin nada adicional e incluso invita amigos hasta su morada.
“Además, nunca va a haber un mejor momento en mi vida para intentar esto. Soy joven, flexible y no tengo que preocuparme por esta decisión que no afecta a nadie más en mi vida.”
Lo más importante es la voluntad para lograr los sueños y hay aprendizajes que no tienen precio. Este joven hoy está haciendo un esfuerzo pero no hay éxito sin sacrificio, así que pronto disfrutará la recompensa de sus metas logradas.
La historia de Brandon es muy curiosa. Nos deja una lección de sacrificio y nos invita a reflexionar… ¿Serías capaz de hacer algo así?.