El deseo de poner a prueba sus propias habilidades y desafiar la vida cotidiana a veces empuja a muchas personas a cometer cosas increíbles. Algo que nadie había hecho antes. Para esas personas valientes todos estos desafíos son sólo una oportunidad más para vivir su vida de manera más interesante y plena, pero con su ejemplo nos hacen creer en nosotros mismos y en nuestras habilidades.
Difundir.ORG juntó los experimentos más extraordinarios que se han llevado a cabo para demostrar que nuestras oportunidades no tienen límites.
1. 20 minutos sin aire
Es difícil imaginar la persona más adecuada para encabezar esta lista. David Blaine es un ilusionista que basa su vida en el principio: “Si una persona pudo hacerlo, podrá cualquiera“. David considera que el experimento más impresionante de su vida ha sido aquel en el cual aguantó su respiración por 17 minutos y 4 segundos; fue un desafío directo a una de las necesidades de cualquier ser humano, la necesidad de respirar.
El ilusionista se destacó también por otras hazañas atrevidas: pasó siete días ”enterrado“ en un contenedor de cristal, se dejó congelar en el hielo, se mantuvo de pie durante 35 horas seguidas a la altura de 22 metros y pasó 44 días sin comer en una cámara colgada sobre el río Támesis.
2. La renuncia total al dinero
A la edad de 53 años Heidemarie Schwermer renunció al apartamento que estaba rentando, regaló toda su propiedad a sus vecinos quedándose sólo con una maleta pequeña en la cual cupo todo lo que ella necesitaba. De esta manera decidió llevar a cabo un experimento: vivir todo el año sin dinero y sin bienes materiales a excepción de las cosas esenciales. “Las personas están demasiado cegadas por todo lo material: el dinero, sus propiedades, etc.”, dice la señora. ”Gastan en eso demasiado tiempo y energía. Y ni siquiera se dan cuenta de lo poco que nos da el dinero en realidad. Yo quería demostrar que es posible llevar un estilo de vida totalmente diferente“.
A cambio de comida y un techo para dormir, Heidemarie empezó a lavar las ventanas de las casas privadas. Según dice, al principio ese estilo de vida se le hacía bastante complicado pero el sentimiento de libertad que ella experimentaba, al final de cuentas hizo que valiera la pena. Haidemarie ya lleva 17 años sin utilizar dinero. Es más, se volvió famosa y ahora imparte clases y ofrece seminarios acerca de la vida sin bienes materiales lo cual se ha vuelto su principal actividad. La mujer viaja por el mundo y con su ejemplo muestra que para una vida feliz en realidad no necesitamos muchas cosas.
3. Vivir sin basura
Bea Johnson, una mujer francesa que vive en California, de manera asombrosamente sencilla solucionó para sí misma el problema de la contaminación del ambiente. Un día hizo su elección y renunció para siempre a las cosas que no pueden ser recicladas por su cuenta: alimentos en envases desechables, detergentes en envases de plástico y muchas cosas innecesarias. De esta manera, ahora toda su familia que consiste de 4 personas, produce al año la cantidad de basura que puede caber en un frasco de un litro.
La idea de disminuir la cantidad de residuos se le ocurrió cuando Bea se cambió de casa. ”Tenía 3 juegos de té pero sólo necesitaba uno, teníamos 4 mesas y 26 sillas y sólo éramos 4 personas las que vivíamos en esa casa. Tenía demasiada vestimenta y otras cosas completamente inútiles o que usábamos muy de vez en cuando“, comenta ella.
Ahora Bea elabora sus propios cosméticos, y a base de vinagre hace las mezclas para lavar los platos y el piso, las cuales sustituyen los detergentes comprados. Bea suele ir de compras con sus propias bolsas de trapo y sus frascos de vidrio, y compra únicamente los productos a granel. Al mismo tiempo, la casa de Bea y la manera en que guarda todos sus alimentos, se ve con mucho estilo. Todo está en su lugar, no hay desorden ni cosas sobrantes.
“Cuando la gente escucha por primera vez sobre este estilo de vida, muchas veces su imaginación les dibuja unos hippies de pelo largo que se fueron a vivir al campo. Muchos también dicen que para poder reciclar toda la basura producida en la casa, tengo que pasar todo el día en eso. En realidad, yo tengo trabajo de tiempo completo, como todos. Pero mi vida cotidiana es totalmente diferente, más sencilla y más rápida. Por eso es que eligí este estilo de vida”. Su lema es la simplicidad.
4. Un viaje infinito
El minimalismo, el humanismo y la mente abierta a todo lo nuevo son los principios que gobiernan la vida de este joven. Viaja por todo el mundo cambiando de país cada 4 meses. El nuevo lugar Colin Wright lo elige por votación en su blog, y llega al destino haciendo autostop. El joven llama su estilo de vida “la encarnación de la libertad“. Se trata de estar donde quieras y con las personas que quieras.
Colin aconseja a los viajeros principiantes: ”Déjate la oportunidad de decidir. No planees demasiado, simplemente diseña en trazos comunes tu futuro viaje, así podrás solucionar de manera más sencilla las dificultades con las que te enfrentarás en el camino. Procura ser más flexible. Si algo va mal, tómalo con calma. Relájate. No entres en pánico. Sé amistoso y abierto. Respeta la opinión de los demás y la cultura de otros países”. Bien dicho, Colin.
5. Un año sin Internet
Paul Miller es un periodista que decidió renunciar al Internet por todo un año. A comparación de los otros experimentos, este podría parecer bastante sencillo ya que no se trata de ninguna necesidad fisiológica. Pero el resultado demostró que, al parecer, es más sencillo renunciar al dinero y al alojamiento que al Internet.
Paul explica el experimento con el deseo de hacer su vida mejor y más libre. Y en cierta medida logró hacerlo, empezó a escribir una novela, se volvió más enfocado y más tranquilo. Después de unos meses de esa vida el periodista se dio cuenta de que el Internet era lo que le causaba problemas. Según dice, el Internet se convirtió en una parte inseparable de la existencia humana y sin este medio el ser humano simplemente queda fuera de su círculo social y deja de sentirse relacionado y conectado con otras personas.
“Mi plan fue dejar el Internet y encontrar al ”verdadero” Paul, así como entrar en contacto con el mundo real. Pero el verdadero Paul y el mundo real están unidos al Internet. No quiero decir que mi vida no haya cambiado con este experimento, sino que esto realmente no se sentía como una vida real”.
El experimento del joven duró un año.