Un ejemplo de esto último es la petición que le hizo a la fotógrafa estadounidense Gina DeMillo su hijo Miles. El niño quería una ‘Muñeca chico americana’ por su sexto cumpleaños. Y no era un antojo pasajero: llevaba un año pidiendo la versión masculina de la Muñeca Americana que tenía su hermana.
Gina sabía que prácticamente no existen muñecas chico en el mundo. Así que decidió hacer ella una. Lo primero que hizo fue buscar en Internet una muñeca de 45 centímetros que estuviera en buen estado y que se pareciese a su hijo.Encontró un modelo de la muñeca Madame Alexander que se ajustaba a estas características y se hizo con ella.
Lo primero que hizo cuando la recibió fue quitarle el color de las uñas pintadas y retirarle el maquillaje que lucía en la cara. Lo hizo con un quitaesmalte y los resultados fueron espectaculares: ahora tenía una muñeca con la cara lavada y libre de ‘cosméticos’. A continuación, le cortó la larga melena rubia y recortó un poco sus largas pestañas. Por último, le quitó el traje de animadora con el que venía y le puso unos pantalones cargo, una camiseta de Spiderman y una camisa de franela.
Y así es como Gina cuadró ese círculo imposible llamado ‘Muñeca chico americana’. El momento en el que se la regaló a Miles ha quedado inmortalizado en un vídeo disponible en Instagram en el que se ve al pequeño emocionadísimo.
Gina ha compartido la historia de ‘Muñeca chico americana’ en su blog, y ha conseguido un notable éxito. Tanto, que la marca de juguetes Wonder Crew se ha puesto en contacto con ella para decirle que a partir de ahora van a fabricar muñecas para niños.
La fotógrafa asegura en una entrevista concedida a la edición norteamericana del Huffington Post que está sorprendida por el éxito de su acción, pero que no intentaba cambiar el mundo de los juguetes: tan solo quería animar a los padres a que fabricaran los juguetes de sus hijos, que seguro son lo que más ilusión les podría hacer en el mundo.