Louise Cook es una mujer inglesa de 27 años, que vive en Thetford, Inglaterra. Louise está felizmente casada y tiene 3 niños: Summer, de 6 años, Mason, de 4, y la recién nacida Chloe. Sin embargo, la pequeña Chloe nunca podrá recordar a su madre porque a Louise solo le quedan unas semanas de vida.
Louise estaba embarazada de solo 10 semanas cuando recibió el impactante diagnóstico: tenía cáncer de piel. Ya se había extendido a los pulmones y estaba tan avanzado que los médicos no le daban mucho tiempo. Y la causa de la enfermedad: el solarium al que Louise acudía. Tras separarse de su primer marido, la confianza de la joven sufrió un duro golpe.
Para sentirse bien consigo misma, comenzó a darse rayos uva con regularidad; 3 veces a la semana. Y aunque los rayos uva solo lograban acabar con la palidez de la joven por poco tiempo, Louise se sentía mejor. Sin embargo, el precio fue caro.
“Nunca pensé que los salones de rayos uva fueran tan peligrosos, ya que son tan accesibles”, cuenta la chica de 27 años. “Era joven e inocente y ahora voy a tener que pagar con mi vida. No estaré aquí para ver a mis maravillosos hijos crecer”. Cuando le dieron el terrible diagnóstico, la joven embarazada no podía dejar de llorar.
“Cuando al fin dejé de llorar, pregunté a los médicos qué podía hacer para vivir lo máximo posible y así poder estar más tiempo con mis hijos”.
Así que los médicos le aconsejaron abortar. Pero esto no era una opción para ella. “Solo porque vaya a morir pronto no quiere decir que mi hija también tenga que morir. Esto nos ha hecho darnos incluso más cuenta de que tiene que vivir. La vida es un regalo”. La pequeña
Chloe nació completamente sana. Ahora el cáncer ya se ha extendido al cerebro de Louise.
“Les he explicado con cautela a mis hijos que mamá será un ángel pronto, pero que ellos siempre podrán hablar conmigo” comenta Louise.
La chica ya ha planeado su funeral y ha llenado cajas con recuerdos para sus 2 hijas e hijo. “Pero tengo una familia y unos amigos increíbles, y sé que ellos harán que mis hijos me recuerden”
Puesto que solo le quedan unas semanas de vida, el mensaje de Louise es incluso más urgente: