Cuando la modelo taiwanesa Heidi Yeh aceptó protagonizar un anuncio para una clínica de cirugías estéticas en 2012, nunca imaginó el revuelo que causaría esa imagen.
Hace 3 años, la joven posó para una foto donde aparecía junto a un hombre y 3 niños, simulando una familia feliz. El aviso (un poco cruel, por cierto) mostraba a unos padres físicamente atractivos -según los estándares asiáticos- con unos retoños retocados digitalmente para parecer poco agraciados. “Lo único que tendrá que preocuparte después de una cirugía plástica, es que tendrás que explicar todo a tus hijos”, señalaba el aviso, insinuando que la pareja debía su apariencia a las operaciones.
Hasta ahí sólo era una publicidad más, pero luego la cosa se complicó para Heidi, cuando la imagen comenzó a viralizarse con un relato totalmente tergiversado. De este modo, la maniquí pasó a convertirse en el hazmereír de internet al aparecer como la protagonista de una falsa historia que llegó a ser publicada en varios medios de comunicación en China y luego en occidente, incluyendo al diario británico Daily Mail y algunas agencias de noticias.
La falsa historia viralizada
El falso drama decía que el hombre de la foto era un chino que había demandado a su mujer (Heidi) por mentir sobre su real apariencia. Se supone que antes de conocer a su esposo, ella no era bonita, por lo que gastó miles de dólares para cambiar por completo su rostro con cirugía plástica.
Sin embargo -según el relato- luego la mujer había quedado al descubierto cuando tuvieron hijos y éstos no se parecían en nada a ella. Se aseguraba que tras los insistentes interrogatorios del hombre, la esposa terminó reconociendo que los niños sí se parecían a ella, pero a la apariencia que tenía antes de operarse.
Incluso, se indicaba que el marido había demandado a la mujer por fraude, y ésta habría sido condenada a pagar una millonaria indemnización.
El problema es que nada de esto fue cierto.
Cómo esta mentira arruinó la carrera de Heidi
En una entrevista concedida a la cadena británica BBC, la chica taiwanesa dijo que estaba estudiando demandar a la agencia de publicidad autora del anuncio, por difundir la imagen en la web y no sólo en los diarios como prometió.
“Rompí en llanto muchas veces y no he podido dormir”, afirmó Heidi Yeh, añadiendo que ya no tiene ganas de seguir en el modelaje. “Sólo porque soy una modelo, la gente cree que puede hacerme daño y no puedo luchar. Sólo quiero ocultarme”, señaló.
Yeh explica que su contrato, firmado por su agencia de modelos y la empresa de publicidad J Walter Thompson (JWT), indicaba que el anuncio sería utilizado únicamente en diarios y revistas, y sólo por esa clínica.
Sin embargo, JWT permitió que otro centro de estética la usara en su sitio web. Fue así como al poco tiempo, la foto comenzó a viralizarse con la leyenda “La cirugía plástica no se puede ocultar para siempre”. A esto se sumó que luego un periódico chino la publicó unida a la historia falsa contada más arriba.
“Cuando me enteré de esto a través de un amigo, pensé que era un rumor de una sola vez”, dijo Yeh. “Entonces me di cuenta de que todo el mundo la estaba difundiendo y en diferentes idiomas. La gente realmente pensó que era real. Incluso amigos de mi novio de entonces preguntaban al respecto”, añadió la chica.
Yeh comentó que tras la difusión de la foto, comenzó a tener cada vez menos trabajo como modelo publicitaria.
“Las personas se negaban a creer que nunca me había hecho una cirugía plástica. Los clientes me preguntaban si yo era la mujer de la foto. Después de esto, sólo me dieron pequeños papeles en anuncios”, explicó.
Por otro lado, ella asegura que esto afectó su vida personal, pues su pareja terminó con ella porque se sentía avergonzado por los rumores. Además, algunos parientes y la familia de su actual novio también le han preguntado por este chisme. Eso, sin contar el bullying cibernético que sufrió.
Heidi estima que ha perdido unos 85 millones de pesos en potenciales ganancias, y por lo mismo, evalúa demandar a JWT y la clínica cosmética que usó su foto en internet, por unos 107 millones de pesos.
Según la modelo, más que el dinero, le interesa aclarar que la historia difundida sobre ella era falsa y que las empresas tengan más consciencia en torno a cómo utilizan la imagen de las personas.
Yeh dijo que tras el incidente intentó comunicarse muchas veces con la agencia de publicidad, para eliminar la imagen de varios sitios web, pero ellos no se mostraban interesados en su caso, hasta que amenazó con demandarlos.
En su defensa, JWT indicó a BBC, que la campaña “se creó para promover los servicios de cirugía plástica de una manera humorística”, agregando que posee los derechos de autor a la foto, y por lo tanto puede editarla, modificarla y utilizarla como quiera.
No obstante, Chang Yu-chi, abogado de la modelo, señalo que si bien es cierto que tienen los derechos de autor, “no le dimos el derecho a dejar que otra empresa las use en línea”.
Pero la agencia se limitó a indicar que ellos no controlan internet y que no podían anticipar el impacto de la imagen, ni lo que la gente haría con ésta.
En tanto, desde la clínica dicen que siguieron los procedimientos adecuados para obtener los derechos de uso de la imagen.
Las empresas evalúan contrademandar a Yeh por dañarles su imagen y han exigido que se disculpe en conferencia de prensa. Sin embargo, todo parece indicar que la chica seguirá adelante con las acciones legales.