Hace un mes, la mayoría de los diputados votaron en contra de retirar el IVA que actualmente se cobra sobre productos sanitarios que están clasificados como “no esenciales o de lujo”, donde están incluidos los productos de protección menstrual.
Tras lo acordado, Charlie Edge, una joven de 22 años y dos amigas suyas acudieron a las puertas del Parlamento manchadas de sangre y dispuestas a cambiar el reglamento. Optaron por quitarse los tampones, ponerse pantalones blancos, coger las pancartas y acudir al Parlamento para hacer ver que “no son un artículo de lujo”.
Tras lo acordado, Charlie Edge, una joven de 22 años y dos amigas suyas acudieron a las puertas del Parlamento manchadas de sangre y dispuestas a cambiar el reglamento.

“Estamos renunciando a los tampones y las compresas para mostrar que son indispensables. Los impuestos son necesarios, lo entiendo, pero ya tenemos suficiente”, afirmó Edge a través de un comunicado en Facebook en el que animaba a la gente a apoyar y compartir la iniciativa.
“La mayoría de personas nos sonreían y apoyaban nuestra protesta” dijo Edge a un diario

Sin embargo, a través de las redes sociales las críticas fueron en aumento y Edge respondió: “No solo somos ‘tres niñas fuera del parlamento con manchas de sangre’. Se trata de tres personas luchando por algo y animando a los que están molestos por lo mismo a hablar de ello”.
“Tal vez vernos sangrando en su puerta haga efecto”, declaró Edge y añadió que “Si a la gente le resulta asqueroso, entonces creo que resalta nuestro punto de vista. No son artículos de lujo, son necesarios”.
Algunos usuarios de Twitter tampoco están contentos con el impuesto:

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