Es millonario, adicto al alcohol, a las fiestas peligrosas, al sexo, a las armas y al póker. La imperdible historia de vida de este peculiar jugador profesional que ostenta de su suerte para el juego y su vida extrema en las redes sociales.
Millonario desde la cuna, por una fortuna heredada de su padre, Bilzerian nada tuvo que retribuirle a su predecesor cuando él mismo forjó su propia riqueza ganando millones de dólares en Las Vegas. Su último rack fue de nueve millones.
En 1993 un tribunal le ordenó a Paul Bilzerian (el padre) a pagar la deuda de 62 millones de dólares.
El joven millonario comenzó a apostar compulsivamente, a tomar alcohol y a conocer los excesos, perdiendo todo su dinero al punto de tener que vender su colección de armas para poder vivir. Estaba en quiebra. Vendió sus armas por 750 dólares, que se convirtieron en 10 mil luego de jugar cuatro días en un barco casino y con ese dinero, se fue durante tres semanas a jugar a Las Vegas hasta hacerse de 187 mil dólares.
“Básicamente no he tenido mucha atención cuando era niño, supongo que es por eso que soy un lunático excéntrico” comenta el millonario que tiene más de 13 millones de seguidores en instagram