Si bien muchos afirman que el perro es el mejor amigo del hombre, hay ocasiones en las que este lazo supera la amistad y llega a una dimensión que conmueve. Tal es el caso de Bella y George. Esta niña de solo 11 años sufre una grave enfermedad que le impedía caminar, hasta que un Gran Danés apareció para cambiar su vida.
Bella pesa 19 kilos y George, 60. Pero estos seres que parecen tan diferentes en sus dimensiones se encontraron este año para volverse inseparables.
Un vínculo que trasciende lo físico
Este año la vida de Bella cambió por completo cuando, a través del proyecto de perros de servicio de Ipswich, Massachusetts, conoció a George. La conexión fue instantánea, y a partir de ese día pasaron a ser uno. “Con las muletas no podía caminar, ahora sí puedo hacerlo. George me ayuda mucho, me apoyo en él como si fuese una muleta”, contó la pequeña en el documental en el cual muestra su historia.
Desde que se conocieron, Bella no volvió a utilizar las muletas ni la silla de ruedas. Estudian, se trasladan de clase a clase en la escuela, se van de vacaciones a la nieve o a la playa y hasta duermen juntos.
“Él le da más energía y más fuerza”, expresa su madre.
La enfermedad
A los dos años y medio la niña fue diagnosticada con una enfermedad incurable llamada Morquio. Como indica el sitio Medline Plus, se trata de una condición hereditaria del metabolismo. ¿El principal síntoma? Un desarrollo anormal de los huesos, y en el caso de Bella, la imposibilidad de caminar por sus propios medios.