Cuando las agencias miraban las fotos de la cara de Rosie Mercado quedaban prendados de sus exóticos rasgos; su cuerpo, sin embargo, era el culpable de que finalmente nunca la llamaran.
Por aquel entonces llegó a pesar 186 kilos por una mezcla de mala alimentación y varios acontecimientos traumáticos que se sucedieron en su vida en un corto periodo de tiempo. “Toqué fondo hace unos ocho años”, declara Mercado, ahora de 35 años de edad, a la revista People. “A mi hijo le diagnosticaron parálisis cerebral leve y mi matrimonio se vino abajo. Todo lo que era posible que sucediese, pasó”, recuerda.
Su calidad de vida, por ende, fue cayendo en picado, aunque aún se resignaba a ponerle freno a su delicada situación. “No podía ir al cine. No podía ir a Disneyland. tuve que contratar a una niñera para que mis niños pudieran divertirse porque yo estaba demasiado gorda como para poder pasear”, asegura la joven, madre de tres hijos.
Así las cosas, esta modelo afincada en Los Angeles comenzó a hacer ejercicio de manera regular, adoptando una rutina de ejercicios, boxeo, yoga y running, y eliminó por completo la comida rápida de su dieta.
“Todo gira en torno a los hábitos alimenticios”, reconoce Mercado, quien consiguió bajar a los 95 kilos de peso en dos años. “Me doy un capricho una vez a la semana, pero el resto de los días mi comida es alta en proteínas, baja en carbohidratos y no tomo lácteos. Además, como muchas verduras y bebo mucha agua”.
Su nuevo estilo de vida le ha grajeado nuevas oportunidades como modelo, como la que le ha brindado la firma Igigi para su campaña de Navidad. Pero su vida personal también se ha visto enormemente beneficiada, y ahora es capaz de pasar tiempo de calidad con sus tres hijos, de 8, 9 y 15 años.
“Solo ser capaz de disfrutar del aire libre con mis hijos es fenomenal”, dice Mercado. “Puedo hacer senderismo, montar en bicicleta…”, comenta, satisfecha perosabedora de que aún le queda una gran batalla que librar contra los kilos de más, a pesar de que su objetivo “no es tener una talla 2 o 4. Eso no es lo que soy”.