Se llama Lee Hee Dane. Tiene el rostro trinagular, la barbilla muy fina, la nariz recta y los ojos enormes, todo enmarcado en una piel blanca y lisa como una porcelana.
Esta niña china, de 15 años de edad, se ha sometido a múltiples cirugías estéticas para acercar lo más posible su cara al ideal de belleza chino.
Ella misma ha dicho que se operó en Corea del Sur, donde las clínicas de estética proliferan gracias al dinero chino, para seducir y recuperar el amor de un exnovio, que la había abandonado.
Sus fotos no han pasado desapercibidas en China. Su perfil en Weibo, el equivalente a Facebook hecho en China, ha sumado 400.000 seguidores en pocos días.