James Gillbrand, de 25 años, le prendió fuego a un amigo como parte de una “broma” que acabó dejándolo con quemaduras tan graves que tuvieron que amputarle la pierna izquierda.
Craig Finn estaba viendo un partido de futbol y bebiendo con los amigos. Sin embargo, la noche de diversión se convirtió en una auténtica pesadilla, cuando a Gillbrand se le ocurrió jugarle una “broma” a Finn. A Gillbrand le pareció gracioso verter 200 ml de esencia de trementina en las piernas de Finn, luego encender un rollo de papel de cocina y arrojárselo.
Gillbrand procedió a tomar dos fotos de Finn, de cómo su ropa se fundió en su piel. Luego cerró la puerta del baño y lo dejó dentro…
Gillbrand marcó al servicio de emergencias, pero restó importancia a las lesiones, lo que significó que no fuera enviada una ambulancia. Fue el compañero de habitación de Craig Finn quien se despertó más tarde y se dio cuenta de la gravedad de las lesiones. Finn fue trasladado de urgencia al hospital, a donde llegó luchando por su vida, con el 70 por ciento de la parte inferior de su cuerpo con quemaduras de tercer grado.
Las quemaduras resultaron más graves del lado izquierdo, por lo que le fue amputada esa pierna. Además permaneció en coma durante un mes entero, en el Hospital Newcastle Royal Victoria.
El fiscal Richard Bennett dijo que el acusado “se reía en voz alta y cantaba sobre Craig Finn mientras lo veía quemarse”. Por su parte, Gillbrand ha calificado la situación de “una broma que salió horriblemente mal” y ha pedido disculpas a Finn y su familia. El juez Simon Hickey dijo que no hay sentencia suficiente para hacer justicia a lo que Finn había sufrido:
“Su madre habló sobre cómo ella tuvo que verlo sufrir en el hospital, y lo vio conectado a las máquinas; no puedo imaginar lo que debe ser eso”, agregó el Juez.
Finn ha dicho que “todavía no puedo dormir por la noche, ya que tengo miedo de hacerlo, a causa de las pesadillas que padezco. Sueño acerca de ser quemado y tengo miedo de morir”.
“Tengo problemas con la confianza, James era un buen amigo por el que siempre estuve presente, incluso cuando se peleaba con los demás”, y agregó, “En el futuro, yo quería tener hijos, pero ahora me preocupa que yo no sería capaz de cuidar de ellos a causa de mi lesión”.
“Mi vida ha cambiado para siempre. Ahora, cada mañana me tengo que despertar y ponerme mi perna”, señaló Finn.
Gillbrand ha sido sentenciado a 5 años de prisión.
