Intereses comunes, sentido del humor y una vida sexual saludable, pueden funcionar bastante bien a la hora de tener un matrimonio satisfactorio. Pero cuando hablamos de hacer muy feliz a una esposa, tener un marido alto puede ser la clave, según estudio.

Los investigadores encontraron que cuanto mayor es la diferencia de estatura en una pareja, más feliz es la mujer. Sin embargo, al parecer, el efecto se desvanece mientras van pasando los años, según descubrieron los expertos.

 

“A pesar de que se sabe que las mujeres prefieren a los hombres altos en cuestiones de apareamiento y por razones evolutivas, ningún estudio ha investigado si un marido más alto hace a la mujer más feliz”, dijo el investigador Kitae Sohn, de la Universidad de Konkuk en Seúl, Corea del Sur.

 

“Una mayor diferencia de estatura en una pareja, se relaciona positivamente con la felicidad de la esposa”.

Agregó que la relación entre la estatura y la felicidad “se debilita gradualmente con el tiempo, y se disipa totalmente a los 18 años de duración del matrimonio”.

“Sin embargo, el largo período de la disipación, indica el poderoso impacto que tiene la estatura masculina en la psicología de las mujeres, probablemente preparado por la evolución”, dijo.

El Dr. Sohn, quien analizó los datos de 7.850 mujeres, recolectados de una encuesta de población a largo plazo, dijo que podría haber muchas razones por las que un hombre más alto se relaciona con una mujer más feliz.

“Uno es el valor intrínseco de la altura; es decir, a las mujeres simplemente les atraen los hombres altos, aunque no saben exactamente porqué”, escribió en la revista Personality and Individual Differences.

“Esto es similar a las personas que prefieren alimentos grasos, salados o azucarados, sin saber exactamente porqué: este tipo de alimentos son esenciales para la supervivencia, pero eran escasos mientras los humanos evolucionaban – de ahí que el anhelo de estos alimentos aumentaban las aptitudes reproductivas en el pasado”.

“Del mismo modo, la preferencia femenina con respecto a la estatura masculina, aumentó la aptitud reproductiva de las mujeres”.

Y sugirió varios escenarios de porqué la altura perdería su influencia en el tiempo.

“Por ejemplo, la esposa podría acostumbrarse a la altura de su marido y sus correlatos, como el atractivo físico y la fuerza”, dijo.

“O ella podría perder sus características que le permitieron casarse con su marido alto, tales como la belleza; la pérdida podría causar su infelicidad directa, o indirectamente por el cambio de comportamiento de su marido, como mostrar menos afecto hacia ella, ser más cariño con otras mujeres, y proporcionar menos ayuda con respecto al cuidado de los niños”, dijo.

Las mujeres evolucionaron para preferir hombres altos porque han sido percibidos como más fuertes, “y naturalmente, son felices cuando tienen lo que les gusta”, concluyó.

“Pero tal como con otros objetos deseados, el placer de tenerlos se disipa. Lo sorprendente es que la disipación completa tarda 18 años”.