El 21 de Septiembre de 1988, las trillizas Berns – Trae, Jordan y Chandra – dormían en su cuna cuando ocurrió una tragedia que cambiaría sus vidas para siempre. Las niñas tenían 17 meses cuando su casa se encendió en llamas. Su madre, Patti, murió.
Su padre fue juzgado y encontrado inocente del incendio. En el 2003, el murió de una sobredosis.
Su padre dijo que el rompió la ventana de la habitación de las niñas desde afuera de la casa para sacarlas antes de que llegaran los bomberos.
Por meses, las hermanas permanecieron en condición crítica con quemaduras de tercer grado en el 30% – 45% de sus cuerpos.
A pesar de el dolor físico causado por el fuego y el trauma emocional de perder a su madre, aún se tenían las unas a las otras.
Las trillizas perseveraron, a pesar de las cicatrices en su piel. Tuvieron que soportar muchas dolorosas cirugías e injertos, pero se apoyaron entre ellas.
Mientras crecían, más problemas tenían con su apariencia. Para evitar las burlas, las hermanas se enseñaron a esconder las cicatrices con maquillaje y mangas largas.
Unos años después, Chandra escuchó de un procedimiento que se usa para tratar acné, pero que además mostraba éxito en minimizar las cicatrices. La doctora Jill Waibel, accedió a tratar a las hermanas completamente gratis.
Jordan será la segunda hermana Berns en casarse. Recientemente, ella escogió el vestido de bodas de sus sueños. “Un vestido que no podrías pensar en usar estando cubierta de cicatrices.“
Con sus nuevas apariencias y confianza, las hermanas Berns publicaron su historia. Esperan que otros puedan beneficiarse del procedimiento. Desde el 2009, más de 50,000 sobrevivientes se han sometido al tratamiento.