Una perra fue atropellada en la región rusa de Rostov Oblast por un automovilista que se do a la fuga, justo después de haberla dejado con graves heridas y ambas patas traseras fracturadas.
Nina Baranovskaya la encontró en la orilla de la carretera casi congelada y sufriendo. La subió a su coche y la llevó al veterinario para curarla.
Una vez que vio que la perrita estaba fuera de peligro, se la llevó a su casa, siguió con el tratamiento y la llamó Shavi. Mientras se curaba la alimentó, cuidó y le enseñó a caminar de nuevo.
Sin embargo, Nina no la podía cuidar durante mucho tiempo, pues el apartamento en donde viven ella y su hija es demasiado pequeño y no permiten animales.
Por lo tanto tuvo que buscarle un hogar a Shavi donde la trataran con amor, por lo que la dio con unos buenos amigos en Voronezh Oblast.
Días más tarde llamaron a Nina diciéndole que Shavi tenía varios días desaparecida.
La buscaron por los alrededores y los senderos donde probablemente la encontrarían; sin embargo no tuvieron éxito, y Nina estaba destrozada.
Pasaron dos semanas cuando de pronto, en el lugar menos esperado, Shavi apareció. Estaba caminando justo a un lado de Nina por el camino.
En un principio no podía creer que Shavi estuviera ahí, a su lado; pero cuando sintió que algo frotaba su pierna y vio que era ella rompió en llanto y la abrazo al darse cuenta del largo recorrido para volver junto a ella.
¡Shavi recorrió 200 millas (321 kilómetros) entre condiciones extremas y frías, por carreteras peligrosas, sólo para encontrar a su gran y único amor, Nina.