Nuestros gatos y perros pueden ser las criaturas más encantadoras del mundo, sin embargo, en cuanto se pone un árbol de Navidad en la casa, por alguna razón incomprensible les aparece un deseo espontáneo de atacarlo. El árbol en sí, las guirnaldas, las esferas, todo se convierte en los enemigos mortales que hay que destruir como sea.
¡Gracias a Dios regresaste! ¡El árbol se desmayó!
Estaba en la sala, no molestaba a nadie y de pronto… Creo que necesito ayuda.
Destruyó todos los regalos empacados y se quiere hacer pasar por muerto.
¡Ya lo atrapé! ¡Ya no se escapará este tipo malicioso de color verde!
¡Hola! ¿Qué tal? Regresaste temprano hoy…
Está aniquilando al mismo tiempo el árbol, los adornos y los dulces
Me comí la Navidad
Como si no tuvieran nada qué ver con la caída del árbol…
¡Ñam!
¡Atrápame si puedes!
¡Esa diabólica serpiente luminosa me atacó!
Se hace pasar por adorno
No me gustó cómo lo decoraron, estos humanos no tienen nada de estilo…
¡El gato es el culpable! Lo vi con mis propios ojos
Llegó tu fin, lucecito…
Estos gatos piensan que el árbol luce mejor acostado
A partir de hoy esta es mi nueva cama
¿Qué eres? ¡Largo de aquí, basura verde!
Gracias por mi nuevo peine
¡Comparte esta divertida nota con tus amigos!