En 1937, la revista holandesa Het Leven publicaba las fotografías de un increíble ser descubierto en pleno corazón de la selva brasileña.
Bautizado concomo “el hombre mono del amazonas”, el individuo poseía rasgos humanos y era capaz de caminar casi erguido. Sin embargo, su enormes labios, orejas y ceño fruncido recordaban a la morfología de los primates.
Por esta razón, se empezó a especular con la posibilidad de que fuera algún tipo de tribu amazónica de 200 años de antigüedad o tal vez, el ansiado eslabón perdido que uniría las lineas evolutivas de ambas especies.
Convencidos de la importancia científica de este hallazgo, la prensa mundial se hizo eco de noticia, pero creyentes y escépticos no fueron capaces de determinar la autenticidad de las imágenes. Casi 80 años después, el debate continúa.
¿Maquillaje o realidad?
Para muchos el hombre mono del amazonas es una maravilla antropológica que merecía ser ampliamente estudiada, pero a parte de estas imágenes, nada más se supo de su protagonista.
Muchas otras personas, creyeron que el hombre mono no era más que un magnífico truco de maquillaje. Unas prótesis labiales, un par de trucos, la postura encorvada, el ceño fruncido y el cabello desaliñado, que esconderían a una persona normal disfrazada.
Hay muchos internautas que consiguen aventurar una delgada línea en la mejilla que podría corresponderse con el lateral de la prótesis. Para otros es simplemente una arruga de expresión.
Mientras que los antropólogos afirman que desde luego, nada tiene que ver con las tribus amazónicas, ya que estas dominaban hace miles de años la depilación y afeitado del cabello. Reforzando así la teoría de que el pelo es solo un recurso simiesco más para este truco de maquillaje.
Humanoides en la historia
Sin embargo, y como en todo en esta vida, “el hombre mono del amazonas” también tiene sus creyentes incondicionales los cuales lo emparentan con otras leyendas como el Bigfoot, el Yeti y otros.
Fotografía del supuesto hombre mono de Francois De Loys, un prospector suizo que decía haber encontrado a este humanoide en la selva colombiana en 1917.
Muchas culturas y civilizaciones poseen algún tipo de hombre mono en sus imaginarios y leyendas urbanas.
Fotografía de un Bigfoot tomada en 1932 en los bosques de California por Thomas Bacardi.
Incluso el famosísimo Yeti, no es más que un hombre mono de pelaje blanco, adaptado a climas muy fríos.
El explorador Sir Edmund Hillary muestra a los periodistas un dibujo del Yeti, un animal que esperaba cazar durante su ruta de ascenso al Himalaya.
Sin embargo, y a pesar de los años, los recursos y el dinero dedicados a probar la existencia de todos estos seres, nunca se ha conseguido capturar ningún ejemplar.
Monumento al Yowi, la versión australiana del mítico hombre simio.
