Se publicita con un producto mágico que limpia y da brillo al pelo, mucho más sano y natural que el champú. Pero en realidad es una sustancia corrosiva que arrasa el cuero cabelludo y deja calvos a aquellos que lo prueban. Esa es la horrible realidad que denuncian las compradoras del producto estético Wen.
Wen es un producto comercializado por el famoso estilista de celebridades Chaz Dean. En 2010, su línea de cosmética e higiene personal fue tremendamente exitosa: facturó 100 millones de dólares (casi 91 millones de euros).
Hasta la fecha, ninguno de los artículos de Chaz Dean habían dado problemas. Pero en las últimas semanas Facebook e Instagram se están llenando de mujeres que protestan porque se les cae el pelo a jirones tras echarse Wen. Y muchas de ellas se han unido para presentar una demanda que se presume millonaria contra Chaz Dean.
El estilista, que ha trabajado con estrellas de la talla de Brooke Shields o Alanis Morissette, asegura a través de un portavoz de su compañía que Wen es un producto totalmente seguro, y que ha pasado todos los controles de calidad y de seguridad.
En la página web de Wen se explica que es un producto que mezcla champú y acondicionador. Con tan solo aplicarlo una vez, el pelo se limpia y se acondiciona, quedando “liso, brillante y limpio”. Entre sus ingredientes están “hierbas naturales, sustancias especiales y nada de sodio, sulfatos o químicos agresivos”. El precio por envase ronda los 30 dólares (unos 28 euros).
La demanda contra Wen se ha presentado en Los Angeles (Estados Unidos) por más de 200 mujeres. Todas ellas denuncian heridas en la cabeza y perdida evidente de cabello. Y no pocas se quejan amargamente de haber comprado el producto a sus hijas, que ahora sufren los indeseables efectos secundarios.
Por su parte, los responsables de Wen niegan los hechos y aseguran que se van a defender “de manera vigorosa” en los tribunales. Van a tener que necesitar suerte, porque las denuncias de sus clientas en redes sociales son demoledoras.