En el centro de Roma, a pocos pasos del Panteón y la Plaza de San Pedro, se ubica una casa diminuta. Construida en el siglo XVIII, durante mucho tiempo estuvo completamente abandobada hasta que en 2010 el arquitecto y diseñador Marco Pierazzi compró un departamento ahí. A pesar de la miscroscópica superficie de la casa, logró convertirla en una vivienda completa. Aunque a los claustrofóbicos creo que no les gustará mucho.