Jeffrey Pelletier es arquitecto y, como muchos niños de todos los tiempos, durante su infancia tuvo los famosos ladrillos LEGO. Sin embargo, para Jeffrey estos juguetes no son sólo eso, sin también uno de los motivos que lo hicieron dedicarse a su carrera y la principal razón del refugio que construyó en el sótano de su casa.
Cuando Jeffrey y su esposo llegaron al que sería su hogar en Seattle, de inmediato notó un gran potencial al subterráneo de la construcción que, para entonces, estaba en pésimas condiciones. Entonces, decidió hacer uso de sus habilidades como arquitecto para materializar el refugio idealpara él y su afición de toda la vida: jugar con Lego; cubriendo los muros con 189 cajones repletos de pequeñas piezas.
“Era un lugar bastante asqueroso no podíamos añadir nada arriba, pero sí podíamos excavar. Así que lo hicimos y ahora tenemos techos de 2,7 metros”
El arquitecto reparó toda la construcción y la pintó, logrando un hogar acogedor que guarda en el sótano una de las habitaciones más interesantes, ya que no sólo tiene guardados los cerca de 250 mil ladrillos Lego, sino que también tiene una barra y una sala de cine.
“Los Lego son mi juguete favorito. Probablemente es una de las razones por las que soy arquitecto hoy en día”