La unión de la pareja Shellie y Greg Tucker tuvo que pasar por muchas pruebas…
Se casaron en 2009 y pronto tuvieron su primer hijo llamado Owen, pero la pareja nunca pensó en tener un solo hijo y planeaban darle un hermano o hermana a Owen, pero ahí comenzaron los problemas serios. Por mucho tiempo, Shellie no lograba quedar embarazada, pasaban los meses y nada cambiaba.
Entonces Shellie recibió tratamiento por infertilidad, que felizmente funcionó, los cónyuges Tucker se alegraron, al saber que pronto la familia estaría más completa: ¡Shellie llevaba debajo del corazón un par de gemelos!, pero la alegría fue prematura…
Ecografías posteriores mostraron que los mellizos que lleva Shellie:
¡Eran siameses!.
Los médicos honestamente advirtieron a la familia Tucker.
Que las posibilidades de una separación exitosa de siameses eran muy pequeñas, por lo tanto, propusieron a Shellie interrumpir el embarazo.
Pero de momento, la madre desconsolada no era capaz de tomar tan difícil decisión…
Así que la madre dio a luz a dos niñas: “Cuando el médico puso el diagnóstico, sentí físicamente que mis hijos estaban luchando dentro de mí, pidiendo seguir con vida! Entonces, decidí escuchar mi corazón que decía que no puedo privarlos de la oportunidad de vivir. Entendí que no podía seguir el consejo de los médicos”, dice Shellie.
Las chicas fueron nombradas Allison June y Amelia Lee.
A la hora señalada, las pequeñas nacieron por cesárea, en el Hospital Infantil de Filadelfia, Pensilvania… Eran aún demasiado pequeñas para ser separadas mediante un procedimiento tan complicado. Fue necesario esperar a que fueran lo suficientemente fuertes, por lo tanto, la operación fue programada para dentro de 8 meses.
Las pequeñas crecieron bajo una fuerte supervisión de los médicos.
Afortunadamente, no hubo anomalías en su desarrollo, y en el tiempo señalado las niñas estaban listas para la operación.
La compleja operación de separación de las niñas duró ¡7 horas!.
Participó un equipo médico de 40 personas, que a pesar de la complejidad del procedimiento, llevaron a cabo el complicado proceso a la perfección.
Allison y Amelia fueron finalmente “separadas” una de la otra.
“Me da mucha alegría ver a mis niñas crecer sanas y saludables, dando ya sus primeros pasos”, no oculta su alegría Shellie.
El tiempo ha demostrado que la decisión de la madre al darles una oportunidad a sus niñas era lo acertado…