La mujer perdió 44 kilos y quiso celebrar como siempre lo soñó, reduciendo su vestido de novia a la mitad.
Joanne Dicken usó el nuevo vestido para posar en un collage tipo “antes y después”, desde que comenzó a perder peso la semana después de su matrimonio, según el medio inglés The Mirror.
En 8 meses, la chica de 26 años perdió 44 kilos (Promedio de 5,5 kg al mes) y se dio cuenta que era capaz de entrar en uno de los vestidos de sus damas de honor, las cuales tenían varias tallas menos que ella.
Su abuela costurera, Sharron Wilkes, decidió entonces ajustar el vestido de boda a un tamaño más pequeño para que Joanne pudiese encajar bien en él.
Dicken, relató al medio: “Me aburrí de tener sobrepeso, ya que la gordura comenzó a afectar mi salud. Y cuando comencé a alimentarme mejor, no podía creer lo rápido que bajé de peso. Estaba en la luna cuando pude entrar en uno de los vestidos de mis damas de honor, y luego mi abuela me sugirió que probara con mi vestido de novia también“.
Joanne señaló se sintió como una persona completamente distinta cuando se colocó el vestido, un año después del día de su boda”. “Le mostré el vestido a mi marido y quedó atónito, me dijo que no reconocía a mi antigua yo“.
Joanne, de West Bromwich, Inglaterra, empezó a engordar cuando trabajaba en un pub con su actual esposo, Matthew de 34 años. Gracias a las largas noches de picoteos y bebidas azucaradas. la chica subió más kilos de lo que hubiese querido.
Cuando se casó en agosto del 2014, pesaba 95 kilos, por lo que decidió que tenía que hacer algo para resolver esa situación.
A pesar de haber intentado varias dietas en el pasado, fue con la aplicación “My Fitness Pal” que finalmente pudo bajar los kilos que aumentó trabajando en el boliche.
“Estaba muy afectada por mi peso, ir a comprar ropa y que nada te quede bien es triste. En un momento decidí que era suficiente“, declaró.
“Cuando trabajábamos en el pub, teníamos una vida frenética, con mucha comida chatarra todas las noches. Era más fácil comer pizza que ir a comer a la casa. Comíamos tocino con salsa al desayuno, papas fritas en el día y comida chatarra en la noche, sin contar toda la Coca Cola que tomaba durante el día”, agregó.
La joven empezó con la dieta en época de Navidad, y señaló que mientras más bajaba de peso, más motivada estaba.
“Me permitía 1.200 calorías al día, era muy difícil al principio. Vivía pensando, donde está el resto de la ¿comida? ¡como va a ser tan poco!, pero finalmente lo logré“, remató.
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