En 1963, un hombre que vivía en la ciudad de Derinkuyu, en Turquía, él decidió hacer una remodelación en su casa y se llevó una gran sorpresa. Al derribar una de las paredes descubrió una especie de habitación que conectaba con una red de pasadizos que parecían sacados de una película.
El laberinto subterráneo seguía y seguía. Metros y metros a lo largo y las excavaciones y exploraciones revelaron cosas asombrosas…
Se cree que parte de los túneles siguen sin ser explorados…
No es sólo una red de túneles: Es una ciudad entera 20 metros bajo tierra.
Esta ciudad estaba diseñada para albergar a unas 20,000 personas.
Pero no eran sólo un montón de cuevas, tenían toda clase de comodidades: sectores residenciales, espacio para el ganado, cocinas con hornos, comedores, cavas, graneros, escuelas, tiendas, templos y hasta un cementerio.
También había una bodega con una prensa de vino.
Las entradas estaban cubiertas con gigantescas rocas con forma de ruedas que hacían difícil que alguien ajeno entrara en la ciudad.
Se cree que esta ciudad fue construida bajo tierra con el fin de protegerse de los invasores, pues pasaría desapercibida e incluso si alguien lograra entrar, se perdería en la compleja red de túneles y cámaras subterráneas.
Aún no se sabe con certeza qué civilización es la responsable de crear este mundo bajo tierra con tal maestría que siga en buenas condiciones y sin sufrir colapsos hasta nuestros días, pero se especula que fueron los hititas quienes excavaron el primer nivel.
Diferentes pueblos habitaron estos complejos al paso del tiempo, cada uno excavó más y más hondo, hasta que fue abandonado durante unos mil años.
Esta es sólo una de las 37 ciudades subterráneas excavadas en la región de la Capadocia, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1985.
¿Qué harías si te pasa lo mismo que a este hombre? Increíble ¿verdad? Comparte la nota con tus amigos en las redes sociales haciendo clic en el botón de abajo.