Aunque es cierto que existen ventajas de vivir con otras personas, es igual de importante (o quizás más) aprender a vivir solo durante un largo periodo de tiempo. A continuación te presentamos 26 pequeños placeres que todos experimentamos cuando vivimos solos:
1. Puedes ir al baño con la puerta abierta.
2. Poner el papel donde se te da la gana.
3. Y disfrutar el hecho de que el baño nunca estará ocupado.
4. Tomar directito del cartón de leche del refri.
5. Atragantarte, en una sentada, toda la comida disponible.
6. O tenerlo completamente vacío.
7. Pasear en calzones, o simplemente, desnudo es un placer incomparable.
8. Quedarte todo el día en la cama sin que nadie te diga nada.
9. Dejar la ropa sucia tirada en el lugar de tu preferencia.
10. Y decorar a tu completo antojo.
11. Puedes ser tan flojo y asqueroso como quieras.
¿Pasar tres días sin meterte a bañar? ¡Claro que sí!
¿Tirarte un pedo y disfrutar de su grandeza sin pena? ¡Cómo no!
¿Cortarte las uñas sin importar dónde caigan? ¡YOLO!
12. Sabes que la babita del lavabo, los pelos del jabón y la comida que se queda en el fregadero es solo tuya, entonces no te da tanto asco.
~Tanto~.
13. No recuerdas la última vez que tu ropa estuvo planchada, y eso está bien.
14. No importa si te acabas el agua caliente bañándote, nadie sufrirá las consecuencias.
15. Limpiar el piso escuchando cualquier musica… no tiene precio.
16. Porque no hay nada como bailar y cantar frente al espejo en completa privacidad.
17. Puedes poner a Justin Bieber a todo volumen y nadie te va a decir que quites esa cosa.
18. No tienes que rendirle cuentas a nadie si quieres que alguien pase la noche contigo.
19. Tampoco si te late dormir con la luz prendida.
20. Puedes hacer fiestas cuando quieras y nadie va a salir a pedirte que le bajes…
A menos que sean tus vecinos.
21. ¿Hacer la cama? PFFF, ¿quién dice?
22. La tele es 100% tuya, no te pueden obligar a que le cambies.
23. Puedes ponerle el nombre que se te ocurra a tu wifi.
24. No TIENES que lavar los platos sucios.
Aunque es recomendable que lo hagas, aunque sea de vez en cuando.
25. Tus vicios son tuyos, y nadie va a juzgarte.
26. Pero lo mejor de todo, es que aprendes a conocerte a la perfección y a disfrutarte cómo realmente eres.
Con tus mañas y todo.