¿Cuántos de nosotros no nos sentimos inseguros con nuestro cuerpo? Sea cual sea el problema, siempre hay algo que nos gustaría cambiar. Ella es Dana Falsetti, de 22 años. Una chica de New Hope, Pensilvania, que llegó a pesar 136 kilos mientras asistía a la universidad. Ella creía que toda su infelicidad era debido a su cuerpo pero más tarde se dio cuenta que eso no era cierto… Después de alcanzar su peso más alto, Dana perdió 31 kilos y se dio cuenta de que aún así seguía sintiéndose miserable.
“Después de que todos esos kilos se fueron, seguía siendo yo. Seguía triste, sintiendo que no valía nada, sintiéndome aún más confundida y perdida”.
“Acudí al yoga porque era algo nuevo para intentar durante un momento en que solo quería darme por vencida”
“Una gran parte de mí necesitaba silencio, meditación y reflexión. No tenía idea de que la práctica física me llevaría por el camino de la fuerza interior que necesitaba y que llevó a un cambio de perspectiva más amplio que realmente cambió mi vida”
Dana admitió que al iniciar la práctica del yoga temía no poder lograr las posturas más avanzadas debido a su peso.
Por ejemplo, pararse de cabeza. “Estaba segura de que era demasiado pesada para sostenerme a mí misma al revés”.