Una estudiante terminó en cuidados intensivos por tres días y perdió la movilidad temporalmente después de olvidarse de remover un tampón por nueve días.

Emily Pankhurst, una estudiante de 20 años de Kent, dijo que creía que se sentía estresada por los exámenes finales, sin notar que estaba sufriendo un envenenamiento en la sangre como resultado del síndrome de shock tóxico.

Hablando con la Asociación de Prensa, Pankhurst dijo: “Cuando finalmente me di cuenta de que el tampón estaba en mí y lo saqué estaba totalmente negro. Estaba obviamente cubierto de bacterias. No habría sabido qué era excepto por la cuerda. Era horrible”.

Pankurst dijo que originalmente había puesto el tampón dentro durante su periodo el mes pasado, pero dijo que porque estaba estresada por los estudios, se olvidó e insertó un segundo tampón.

Pankurst encontró el tampón infectado después de que notó que tenía una secreción sanguinolenta y un vientre hinchado. Unas pocas horas después, se sintió débil y balbuceaba, y fue llevada con urgencia al Hospital Maidstone.

En el hospital, Pankhurst dijo que era alimentada a través de un tubo. Dijo: “los médicos me preguntaron cuándo había sido la última vez que había ido al baño y no podía recordar. Estaba estresada por mis exámenes y realmente quería salir bien en mi licenciatura, no lo registré”.

Pankurst dice que le debe la vida a su madre: “Le achaqué mi enfermedad al estrés e ignoré los síntomas. Pero mi mamá sabía que era algo más y me impulsó a sentirme mejor. Me salvó la vida”.

“Culpé a los plazos, regresar a la uni después del Año Nuevo y a los exámenes”, añadió. “En realidad, estaba gravemente enferma”.