En las últimos años, la tecnología se ha desarrollado a una velocidad antes desconocida. En muy poco tiempo, han aparecido excelentes innovaciones tecnológicas. Por dar algún ejemplo: ha aparecido la pantalla táctil, la capacidad de computación de los ordenadores ha crecido un montón, se ha introducido al mercado tecnología llevables, como relojes o pulseras. Pero aún dado todo este avance tecnológico… existe un elemento que desde siempre es el mismo y parece que ha sido un poco olvidado. Estamos hablando del teclado. Aunque es verdad que el diseño del teclado ha ido cambiando para ser más atractivo y permitir una escritura más cómoda, la base del funcionamiento del teclado ha sido siempre el mismo.
Para muchos de nosotros el teclado es el elemento básico a la hora del trabajo. Es nuestro más fiel amigo, siempre está a nuestro lado y convierte todo lo que deseamos en un código de letras que aparece en la pantalla. Puede ser que muchos ya se sientan maestros del teclado, pero… ¿es así en realidad? Parece ser que el relevo de la hoja y el lápiz sigue escondiendo algún que otro secreto. ¿Sabes, por ejemplo, por qué el teclado “qwerty” ha sido diseñado así? Lo sepas, o no, eso ya es una historia para otro día.
Hoy queremos revelarte la respuesta a una pregunta que a lo mejor te planteaste algún día. ¿Sabes para qué sirven los pequeños bultos que aparecen sobre las letras F y J? Seguramente no es una simple decoración, de lo contrario no lo tendrían todos los teclados que se fabrican ya durante décadas.
¡No, por favor! ¡No digas que esos bultos son braille para los ciegos! ¿Qué podría hacerte pensar que las personas invidentes escriben sólo con las letras F y J? Claramente esa no es la respuesta. Pero para empezar, sí podemos darte una pequeña pista. La próxima vez que te pongas a escribir algo, fíjate en cómo involuntariamente colocas las manos en el teclado.
El objetivo de esos dos bultos en cada letra es hacer que puedas escribir sin mirar al teclado de manera más rápida y eficaz. Básicamente, es un truco capitalista para hacerte lo más proactivo y productivo posible. ¡Qué astuto!
Fíjate en que tus manos automáticamente se colocan de manera que tus dedos índices reposan sobre esas dos letras, o por lo menos se mantienen cerca de las letras F y J, o sea donde están los bultos.
Con las manos colocadas de esta manera, los demás dedos deberían encajar perfectamente con las letras A, S y D (por el lado de la letra F) y J, K y L (por le lado de la letra J). Bueno… a no ser que tengas uno dedos extremadamente gordos. Entonces aconsejamos hacer algo con ello.