‘Mindfulnes’ o Atención Plena es una práctica de meditación que permite centrarse en el momento presente y sacarle el máximo partido. Aquí y ahora.

Todos los que lo han practicado lo avalan: el mindfulness puede contribuir de manera impresionante a tu bienestar. El objetivo es claro: concentrar toda nuestra atención mental en la tarea que estemos efectuando, sin permitir pensamientos cruzados. Con el cien por cien de nuestro cerebro y nuestro cuerpo focalizado lograremos tanto aumentar nuestra productividad y nuestros logros como una sensación de gozoso bienestar.

Se trata de una práctica importada de las religiones y filosofías orientales, concretamente del budismo, en el que se considera como una práctica importante en el camino hacia la ‘iluminación’; pero hoy día su práctica en Occidente carece de cualquier trasfondo y ha demostrado su utilidad.

1. Práctica diaria:

Los expertos en ‘mindfulness’ recomiendan entrenar nuestro cerebro para ir logrando esta capacidad de concentración. Solo hay que elegir una tarea o acción, poco importa si es leer, hablar con nuestros hijos o, incluso, darnos crema hidratante. Lo importante es dedicar 5 minutos al día de absoluta concentración en las sensaciones, la luz, el olor, los ruidos del momento presente.

2. Respiración:

Uno de las técnicas que nos pueden ayudar a concentrarnos en el momento presente es la respiración. Cuando vayamos a comenzar la tarea que nos hemos propuesto como centro del ‘mindfulnes’ podemos comenzar haciendo al menos tres respiraciones profundas, sintiendo cómo el aire nos recorre. Se debe inspirar por la nariz y espirar por la boca. Y, a continuación, empezar.

3. El ejercicio de la pasa:

Uno de los ejercicios habituales en los talleres de mindfulness es el de comerse una pasa. Tal y como suena. Pero, ¡ojo! No ha de comerse de cualquier manera… Primero hay que sostener la pasa entre los dedos con cuidado, observar todas y cada una de sus arrugas, sentir su textura, apretarla suavemente, acariciarla. Solo después de este primer y minucioso examen se introduce en la boca. Pero, ¡alto una vez más! Ahora hay que repasarla con la lengua, concentrarse en percibir despacio sus primeras notas de sabor, morderla levemente… En definitiva, disfrutar de todo el proceso sintiendo plenamente cada sensación, y logrando que el momento en el que traguemos la pasa sea el culmen de todo un enriquecedor proceso.

4. Pintar y colorear:

Cada vez se encuentran en el mercado más libros para colorear para adultos. Es otro de los ejercicios típicos de esta práctica y que ayudan a entrenar nuestro cerebro. Cuando un niño ( o un adulto) colorean su plena atención se dirige a esta actividad, lo que de por sí reduce nuestros niveles de estrés. Son muy habituales los mandalas, pero nos vale cualquier otro tipo de dibujo para empezar.

5. Evita la multitarea:

En nuestras sociedades todo nos empuja a la multitarea: ver la tele comentando en Twitter, cenar con nuestra pareja mientras chateamos por Whatsapp, asistir a una reunión pendiente de los mails que nos entran en el correo del trabajo… Lejos de ser aconsejable, la multitarea resta eficiencia y termina generando estrés. De ahí que la práctica del mindfulness persiga exactamente lo contrario: recuperar nuestra capacidad para hacer las cosas en nuestras plenas facultades. Y de una en una.

6. Un antídoto contra el dolor:

Científicos de la Universidad Wake Forest Baptist Medical Center, de EEUU, demostraron que el mindfulness reduce el dolor hasta un 16% más que un placebo, según recoge Tendencias21. En el estudio participaron 75 personas a las que distribuyeron en tres grupos: uno que practicó ‘mindfulness’, otro con una meditación falsa, y otro al que se le administró una crema placebo. Posteriormente a todos los voluntarios se les calentó con una sonda una pequeña porción de su piel hasta los 49º, un umbral considerado doloroso. Pues bien, el grupo de meditación mindfulness fue el que percibió mayor reducción en la intensidad de su dolor y en su respuesta emocional. También se comprobó mediante escáner que las regiones cerebrales activadas eran diferentes. También existen estudios que han demostrado su capacidad para reducir el estrés y la depresión.

7. El secreto de los directivos:

El mindfulness se ha puesto de moda en el ámbito empresarial, especialmente para ayudar a los ejecutivos y directivos a manejar situaciones de estrés y solventar tareas. Se da la curiosidad de que uno de los mayores expertos en la materia es un neurocientífico español, Mario Galarreta, responsable de los cursos de meditación de Google, nada menos.